La transparencia como coartada

Las recientes denuncias del Partido Popular por gastos excesivos e injustificados del Govern municipal durante 2013 constituyen un indicio de ello.

Primero fue el Sello Infoparticipa 2014, creado por el Laboratori de Periodisme i Comunicació per a la Ciutadania Plural de la Universitat Autònoma de Barcelona, que concedió una puntuación del 100% a la web del Ajuntament de L’Hospitalet por su calidad y transparencia. Y, poco después, la oenegé Transparencia Internacional España ha otorgado al consistorio 97,5 puntos sobre 100, tras evaluar diferentes ítems relacionados con la transparencia.

Excelentes noticias que han quedado empañadas por las denuncias realizadas por el Partido Popular. Según el concejal del PP, Javier Díez, durante 2013 el gobierno socialista se habría gastado más de 63.000 euros en viajes y casi 35.000 en protocolo y representación. Y solo la alcaldesa, Núria Marín, habría dedicado otros casi 7.000 a comidas. Que en muchos casos no se justifique el dispendio y que entre las facturas figuren restaurantes de lujo, vinos de 24 euros, platos de jamón ibérico a 22 euros y gambas de Palamós a 22, entre otras viandas, les han llevado a pensar que se puede estar malgastando el dinero público y a pedir explicaciones.

El primer teniente de alcalde, Francesc Josep Belver, les ha respondido, a través de El Llobregat, que los gastos de protocolo representan el 0,01% del presupuesto y que se han reducido en un 70% en los últimos años. Y que a una comida con el secretario de Estado del Ministerio de Fomento acudió una concejala del PP. Y en el PP nos han comentado que no importa la cantidad sino la calidad, es decir, si ese dinero se usa bien o mal. Y que a dicha comida acudió Sonia Esplugas en representación del PP de Catalunya, no invitada como concejala del Consistorio. Y que la comida, celebrada en el Hotel Hesperia, tuvo un motivo razonable (desbloquear el tema del soterramiento de las vías) y un carácter austero (ensalada y pollo con salteado de verduras).

Y en este tira y afloja estaríamos toda la vida si no tuviésemos uno de los ayuntamientos más transparentes del momento. Nos vamos a la web y accedemos al Pressupost de despeses de 2013. En la página 12, en la sección de Alcaldia-Presidència, aparecen 38.500 euros dedicados a Atencions protocolàries i representatives protocol. Y nada más.

Y lo peor es que no es posible obtener nada más. Los concejales tienen acceso a las facturas de cada ejercicio aproximadamente entre junio y julio del año siguiente, pero los del PP nunca han visto las solicitudes de autorización que desde enero de 2010 es obligatorio cumplimentar para explicar con detalle en qué se invierten los gastos de representación. Los ciudadanos y los periodistas, por el contrario, ni podemos acceder a las facturas ni mucho menos a dichos formularios, suponiendo que se utilicen, cosa que no nos han podido confirmar en el momento de cerrar esta edición. Saquen sus propias conclusiones. Yo me quedo con la idea de que eso de la transparencia suena fantástico pero que, a la hora de la verdad, cuando hay que entrar en los detalles, nadie explica más de lo que quiere explicar. Y deberían, porque se trata nuestro dinero. III