Que no te vuelvan a engañar en Castelldefels

Las decisiones se toman exclusivamente en los despachos de esos nuevos gobernantes que venían supuestamente a cambiarlo todo.

Y eso es lo que ha pasado en Castelldefels. Allí, en las pasadas elecciones municipales, el PP ganó con un amplio resultado, pero socialistas, comunistas, independentistas, populistas y oportunistas se pusieron de acuerdo desde sus poltronas porque según ellos el pueblo había hablado.

No hizo falta consensuar ni volver a preguntar al pueblo por ese pacto anti-natura que congregó hasta 10 formaciones políticas sólo con un común denominador que era echar al PP. No se le consultó a los ciudadanos por el pacto, ni por algunas medidas trascendentales que conlleva esta alianza multicolor, porque para ellos, aferrarse al poder justifica toda decisión.

Y no se pregunta a los vecinos, si la ciudad debe convertirse en un municipio a favor de la independencia y gastar dinero en ello. Una decisión tan relevante, pero que para las nuevas hordas mandatarias no requiere la más mínima consulta. Nadie nos dijo que el poder produce sordera política, y que, sin embargo, desarrolla vertiginosamente un apego del trasero a las tronas poderosas. Salir a la calle les da una nueva alergia, y produce salpullido el retumbar de las quejas ciudadanas cuando expresan que “no todo vale para gobernar”. Seguramente no lo hacen porque saben sobradamente que Castelldefels no apoya mayoritariamente la independencia. No lo hacen porque saben que hay muchos votantes del PSC, ICV y Podemos que están en contra del pacto y de sumarse al carro independentista. Muchos de los votantes de esos partidos se sienten traicionados por las decisiones que se han tomado y como se ha jugado con su voto, sucumbiendo a los intereses personales de los regidores de esas formaciones que ahora abrazan la independencia de la mano de ERC y CIU.
¿Quieres que el 27-S la historia se vuelva a repetir? Ahora ya sabes que harán algunos con tu voto... III