La fiesta multitudinaria Project X Sarrià supone una nueva y descontrolada forma de ocio juvenil.
Alcohol, sexo, drogas y destrucción. Casi 6.000 personas han confirmado asistencia –el día 30 de junio- a la llamada Project X Sarrià, según la organizadora del evento habrá drogas, juegos eróticos y libertad de destrozar una casa por el precio de 2.000 euros, la propiedad en cuestión es un chalé en el Papiol (Collserola).
El inmueble consta de tres unidades, recientemente vendidas, lo que resta credibilidad a la convocatoria. El Ayuntamiento de Barcelona alerta de la posible falsedad del evento, y ha asegurado que si no fuera una estafa o una broma se impedirá su celebración porque vulnera la ley de concurrencia y, además, al prometer drogas, incumple la legislación en materia de salud pública.
Esta es sólo una de las fiestas alternativas a la oficial Project X Barcelona que tendrá lugar el 22 de abril, y reunirá a 12.000 personas. Toda una tradición en los institutos americanos, que parece llegar pisando fuerte a España. Su origen es australiano, ya que en 2008 se celebró una fiesta descontrolada que terminó con la actuación de los antidisturbios, quienes desalojaron a 500 personas, y un coste por valor de 20.000 dólares en base a los daños causados. Fiesta que pasó a la gran pantalla dos años más tarde bajo el mismo título, “Project X”.