Dayana García Blas | Martes 21 de abril de 2015
Los sectores de la agricultura y la construcción responsable, entre otros, se abren paso en la Feria Internacional BioCultura que el Baix acoge en mayo. La Ecología tiene el reto de convertirse en un espíritu transversal que afecte a todos los niveles de la sociedad: la alimentación y la vivienda son un ejemplo
La XXII edición de la Feria internacional de BioCultura se lanza en plena primavera reuniendo 700 expositores de productos ecológicos certificados, bajo una responsabilidad sostenible, y a más de 70.000 visitantes sensibilizados por un consumo comprometido con el medio ambiente. La ciudad condal acoge la cumbre de la ecología que tiene previsto subir el telón del 7 al 10 de mayo para congregar a gran parte de los productores ecológicos de España, entre los que se encuentran los profesionales del Baix Llobregat.
El planeta está sufriendo las consecuencias del desastre climático, de los productos químicos, de la contaminación atmosférica, que desemboca en enfermedades, y más factores que van cogiendo poder si no se pone freno. BioCultura agarra las riendas de la ecología para proponer soluciones efectivas y viables gracias a la colaboración de productores responsables con el mundo. Ángeles Parra, directora de BioCultura, afirma que “el sector bio catalán es uno de los más activos de todo el estado español” y es que suma un crecimiento del 10%-12% con la apertura diaria de nuevas tiendas ecológicas y la concienciación ciudadana por comprar alimentos de agricultura sostenible.
Alimentación ecológica
Desde la cooperativa Mengem Baix de El Prat, Edgar Vazquez explica que hace 20 años decidieron apostar por los productos de proximidad y ecológicos para fomentar la economía local más cercana por lo que venden, sobre todo, verduras como coles, espinacas y acelgas.
El payes alerta de que el secreto de la sostenibilidad futura reside en “comprar los productos al vecino y no a los que vienen de una gran empresa que ya tienen dinero para subsistir”. La agroecología de las pequeñas asociaciones es más costosa debido a que los productores de la zona no tienen “la oportunidad de abaratar los precios” añade Edgar.
Cal Rosset, ubicado en Sant Vicenç dels Horts, produce alimentos ecológicos, libres de ingredientes químicos, para mantener la diversidad en el campo, y vender por el territorio comarcal y la ciudad. Ferran Berenguer, socio del centro, recuerda que desde hace ocho años “las ventas de alimentos sostenibles no han parado de crecer. Nosotros empezamos con una hectárea de terreno y ahora tenemos cinco de verduras y frutas” donde conrean albericoques, melocotones, higos y ciruelas de temporada.
En Torrelles, se encuentra Josep Montmany, al frente de Fruits Montmany, y aclara que ve “un buen futuro del mercado ecológico siempre que el productor pueda vender su mercadería lo más directamente posible”. Actualmente, Josep expone sus productos en una parada del mercado de Sant Cugat del Vallés dos sábados al mes y, también, vende a cooperativas de consumidores y productores.
Viviendas del futuro
En Olesa de Montserrat está la empresa House Habitat, dedicada hace 10 años al mundo de la construcción ecológica. Pere Linares, copropietario de la compañía, puntualiza que “ahora, en plena crisis estamos construyendo más que antes y estamos desbordados” lo que demuestra un crecimiento exponencial del sector de la construcción sostenible. La sociedad practica la técnica del bosque controlado donde por “cada árbol que se corta, se replantan 5”, indica Pere, aclarando que son constructores de viviendas ecológicas edificadas con estructuras de madera para hacer “casas sanas” muy eficientes a nivel energético y con un consumo de energía, casi, nulo.
Pere Linares detalla que sus clientes son privados a nivel de vivienda unifamiliar, pero ahora están haciendo un piso ecológico de cinco plantas de altura por lo que la construcción de casas plurifamiliares es posible. Así lo ha demostrado la empresa a técnicos del departamento de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, como un piso con 346 metros cuadrados tendrá un consumo y gasto energético de una media de 62 euros en calefacción, refrigeración y en la producción de agua caliente para el baño y la cocina. El responsable de House Habitat enfatiza que “cualquier piso de 90 metros cuadrados gasta más del doble”.
Contactos BioCultura
Biocultura y los productores del mercado ecológico ayudan a hacer un mundo sosteniblemente interesante. Pere Linares subraya que la feria “me permite contactar con personas muy sensibles a la ecología” y, después de cuatro años de participación, continúa asistiendo para hablar con aquellos visitantes que se sienten comprometidos con el medio ambiente.
Para Josep Montmany, BioCultura es un punto de encuentro donde mostrar la imagen de la cooperativa Hortec, de la que forma parte junto a otros payeses. La feria permite enseñar los productos y explicar cómo trabajan los profesionales para descubrir con profundidad el mundo agroecológico. “Estar en BioCultura tiene un coste elevado si eres particular, pero si vas en grupo queda repartido y no es tan caro” apunta Montmany, quién destaca que en el espacio sostenible los visitantes pueden encontrar terapias naturales y chinas, homeopatías, masajes, flores de Bach, construcción ecológica, electrodomésticos, etc. Se trata de un universo infinito y lleno de posibilidades que abraza “un crecimiento alto, pero no fuerte, de la demanda y la oferta de productos” donde se va cambiando, poco a poco, de lo convencional a lo ecológico.
El socio de Cal Rosset no ha participado nunca como expositor en BioCultura, pero manifiesta su interés por estar presente en alguna ocasión. Ferran Berenguer asegura que siempre está como consumidor y payés para saber las novedades agroecológicas. Por otro lado, Edgar Vázquez de Mengem Baix señala que “este tipo de ferias son más funcionales para que la gente del sector haga contactos. Ambos productores ecológicos añaden que el impulso del Baix Llobregat a la sostenibilidad es lento y es que según Ferran “cada vez hay más carreteras que están trinchando el territorio”.
Moda sostenible
Este año se estrena, en la feria, Planeta Moda para fomentar el textil orgánico. Juan Carlos Moreno, director técnico de BioCultura, asegura que el proyecto tiene el objetivo de desarrollar el cultivo sostenible con el aval de las materias primas y de un algodón ecológico que no es contaminante y mejora la fertilidad de la tierra. “De la tierra a la pasarela” así confirma Moreno la acogida de la moda sostenible para esta temporada en la feria donde se divulgaran los valores a través de conferencias, expositores y otros estands de la temática.
Grandes marcas “desde H&M a Inditex”, aclara el responsable según declara The Ecologist 49, están poniendo el foco en el futuro de la moda sostenible apostando por introducir el algodón ecológico en su mecánica diaria. Adolfo Domínguez es una firma responsable con el medio ambiente por la incorporación de “pieles veganas y una reducción de embalajes y emisiones”.
Los famosos emplean productos ecológicos porque son más saludables. Juan Carlos desvela algunas caras conocidas que también se entregan a la sostenibilidad como “Julia Roberts utiliza cosmética certificada y ropa organiza en sus día a día, y Nathalie Portman, vegana convencida, tiene una línea de calzado vegano”.
Premios Bio
La feria ecológica, organizada por la Asociación Vida Sana, galardona con los Premios BioCultura a personas comprometidas con el medio ambiente, empresas e instituciones que están a favor de la ecología y en contra de la contaminación. Los laureles se dividen en seis apartados: mejor chef ecológico, mejor trabajo periodístico, mejor protagonista del arte y la cultura sostenible, mejor local bio, mejor producto entre todos los expositores y al mejor proyecto escolar en agroecología.
BioCultura, fomenta la divulgación ecológica con conocimiento y con la programación de más de 350 actividades entre las que se plantean talleres, conciertos, debates, entrevistas, jornadas de profesionales, conferencias científicas, el Festival Ecológico de la Infancia MamaTerra, y un showcooking culinario que permite a los visitantes degustar platos ecológicos de diversos chefs. III