Redacción | Martes 21 de abril de 2015
Ligeros, aromáticos y de poco cuerpo. La denominación de origen Penedès es famosa por sus vinos blancos, aunque también incluye vinos de aguja y rosados, junto con una pequeña producción de tinto.
Su producto padece diferencias climáticas y paisajísticas muy dispersas, lo que favorece su riqueza en sabores, aromas, cuerpos y estructures, es un vino con firme identidad mediterránea.
Este distintivo lleva el nombre de su territorio, ya que sus viñedos se extienden, principalmente, por las comarcas del Alt y Baix Penedès. A pesar de ello, poblaciones como Sant Esteve de Sesrovires también toman parte en esta denominación, de hecho, son seis los municipios del Baix Llobregat que están incluidos: Abrera, Castellví de Rosanes, Cervelló, Corbera de Llobregat, Martorell, Vallirana y, como decíamos, Sant Esteve Sesrovires.
Los Penedès son vinos de tradición. Generación tras generación, sus habitantes han compartido su devoción por la uva –trabajan con casi una decena de variedades- y sus conocimientos respecto el proceso de elaboración del vino, que con los años se ha conseguido agilizar, gracias, en parte, a la tecnología. Este largo camino ha logrado que, hoy, los vinos del Penedès sean conocidos, respetados y apreciados como uno de los mejores vinos del mundo. Aun así, no todo el mundo es consciente del amplio territorio que esta marca cubre, sobretodo de aquellas poblaciones sin la palabra ‘Penedès’ en su nombre. III