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L Salón del turismo y las intensas jornadas gastronómicas de Soria, Castilla-León y Argentina

Dayana García Blas | Jueves 23 de abril de 2015
El salón internacional del turismo se ha celebrado este año bajo la marca B-Travel, enfocándose no sólo en las experiencias viajeras, sino también en la gastronomía turística. Un sector muy goloso que enamora al visitante y más si le dan a probar las exquisiteces culinarias de distintas regiones, países, comunidades o pueblos.


Soria fue la primera vivencia. Nunca he estado en la provincia del norte de Castilla, pero el presidente de la Diputación, Antonio Pardo, me dijo textualmente: “quiero contagiarte el espíritu soriano”. Y lo consiguió, no sé si por el video que enseñó donde él mismo cantaba una canción de Julio Iglesias, por la comida no recomendada para aquellos que estén en plena operación bikini o por ambas cosas a la vez.

Cierto es que los madrileños son los que más visitan Soria por estar tan cerca, pero sin duda, a ningún turista le gustaría perderse ni la ruta de los Poetas, ni la del Cid, que representan la cultura soriana; ni la panceta, ni el bacalao que tan buen gusto tiene y tan bien sienta maridado con una bebida fresquita. Para los amantes de la moda, aconsejaros visitar el Palacio de Mendoza, en Morón de Almazán, que recoge un museo “vivo” del traje popular soriano compuesto por más de 500 piezas.

Con el estómago a reventar y después de un acto que más bien parecía una comunión muy familiar, nos adentramos en Argentina, es decir, en el tango y la gastronomía no propia del país, cosa que todavía no entiendo. En la Casa Batlló, espectacular por dentro, por fuera y por detrás, presentó Diego Barceló, director de Turismo Argentina, un video promocional y, a la vez, dijo: “ya podéis degustar unas tapas gastronómicas” y cuando abrimos la olla ¡sorpresa!: fideos japoneses y queso francés, todo muy argentino...

A pesar de la anécdota, expongo algunas de las sugerencias turísticas que ofrecieron: Buenos Aires, las cataratas de Iguazú, el Parque Nacional Nahuel Huapi en San Carlos de Bariloche, la quebrada de Humahuaca, el glaciar Perito Moreno y la “virgen” ciudad de Ushuaina.

Al día siguiente, tras una jornada gastronómica intensa, llega Castilla y León y con esta región las morcillas con arroz, los embutidos de pueblo, las croquetas, e inexplicable, pero cierto: las lentejas ¡con el calor que hacía! La presentación se centró en dar a conocer el V centenario del nacimiento de Santa Teresa, que incluye la ruta Teresiana, un recorrido lleno de fe que pasa por nueve fundaciones desde su nacimiento en Ávila, hasta su sepulcro en Salamanca.

Y para los turistas que adoran la enología, Castilla-León cuenta con 5.000 restaurantes, 150 bodegas, 61 figuras de calidad, de las que 13 son vitivinícolas. Una región don también se puede disfrutar de tres recorridos del vino de Ribera del Duero, del Bierzo y del vino de Rueda, productos certificados por la ACEVIN. Bon profit!