La alcaldable basa su programa en la regeneración política y en la transparencia, fundamentalmente, de las cuentas municipales del Ayuntamiento y de sus tres empresas públicas
Que el partido de Ciutadans está ganando parte del pastel a los partidos tradicionales –sobre todo PSC y del PP- no es una cuestión que solo se demuestra en las urnas. Primero los sondeos, como el realizado por El Llobregat en donde, a nivel comarcal, Ciutadans podría ser la segunda fuerza más votada; y segundo, los fichajes de otros concejales por este partido son una verdadera prueba. Miguel García en L’Hospitalet o Josep Maria González en Esparreguera son algunos de los ejemplos de concejales socialistas que se han pasado al color naranja de Albert Rivera. Por su parte, en Sant Boi, la candidatura de Ciutadans ha confiado en la experiencia política y económica de Olga Puerta, ex concejal, en este caso, del Partido Popular, que liderará la renovada apuesta de Ciutadans con el objetivo de volver a tener representación municipal. Y, pese a ser la última candidatura importante en ser presentada, será seguramente una de las sorpresas de estas municipales.
En un acto cercano y discreto en Can Massallera, Puertas puso los pilares fundamentales de su programa basado en la regeneración política para acabar con la hegemonía socialista en el poder desde hace 35 años, y en la transparencia. Una transparencia dirigida sobre todo a conocer mejor las cuentas municipales: “El tema de los gastos en Sant Boi es muy fuerte; llevan 35 años despilfarrando, a veces, como digo, con los gastos hormiga”, ha dicho la número uno de la lista para referirse a esos pequeños pero numerosos gastos que, al final, resultan ser una gran partida económica. En este sentido, Olga se distanció -como si hizo su anterior partido- de prometer bajadas importantes de impuestos como el IBI, aunque defiende “reexaminar” la política fiscal: “Sant Boi es un Ayuntamiento caro y lo tenemos que reexaminar. Pero no voy a prometer una rebaja del IBI como hacen algunos, porque, para empezar, puede ser injusto”. Con esto, Puertas marcaba una clara distinción con el PP de Sant Boi defendiendo una política fiscal más social e, incluso, progresiva de los impuestos. Donde sí se mantuvo contundente fue en la reducción de los impuestos a las empresas, “las cuales están cerrando. No puede ser que tengamos menos empresas que en Cornellà, cuando tenemos casi la misma población. Algo se está haciendo mal”.
Volviendo al apartado de los gastos municipales, Olga Puertas considera que parte del gran “despilfarro” es debido a las tres empresas municipales de la ciudad. “Los ciudadanos tienen que saber que el gerente de Coressa cobra más que el alcalde”, matiza Olga. “He estado en el consejo de dirección de las tres y sobran”, dijo sin tapujos antes de proponer, incluso, la reducción paulatina de las actividades de las tres compañías y su cierre.
Más allá de lo económico, Olga Puertas pidió devolver a la Ciudadanía el Ateneu Santboià, actualmente, sin ningún proyecto de futuro en el horizonte; y planteó el partido como la única alternativa honesta para hacer posible el cambio en el gobierno municipal: “Este partido representa a la gente decente. Su formación ha sido posible con gente rica, pobre, con más o menos formación, pero todos gente decente”. En este sentido, Puertas se ha rodeado de un equipo joven que le acompañarán en la lista como es Antonio Chanes, número dos, o Marta Ferrer, número cuatro y ex candidata de Ciutadans en El Prat de Llobregat en 2011. Ramón Nuñez será el número tres. Con esta cúpula, el partido apunta a tener una buena representación en Sant Boi e, incluso, de confirmarse los sondeos, de tener la llave del futuro gobierno municipal.
Carlos Carrizosa, diputado por Ciutadans en el Parlament de Catalunya
“Nos están llamando alcaldes del Baix porque saben que seremos importantes”
El Baix Llobregat es una comarca muy importante a nivel de población y, por tanto, electoral, con una hegemonía clara e histórica socialista en los ayuntamientos. ¿Es, ahora mismo, Ciutadans la alternativa más importante?
Sí, estamos seguros de que sí. Y los sondeos lo están diciendo. Hubo en su periódico un sondeo que nos daba muy buenos resultados en el Baix Llobregat, igual que el resto que vamos conociendo. También los sondeos privados de algunos partidos. Me sorprendería mucho que no obtuviéramos unos buenos resultados. Tenemos muy altas expectativas.
Van a tener presencia en ciudades grandes como L’Hospitalet, Sant Boi, Cornellà, El Prat, pero también en el centro y norte de la comarca. ¿Cuáles son sus sensaciones a tres semanas de las elecciones?
No solo presencia, sino que, en algunos casos, pelearemos por la alcaldía y, en otros, podemos ser decisivos. De hecho, algunos alcaldes nos están llamando para tener contactos porque están viendo que vamos a ser un actor político importante en el Baix Llobregat.
¿Cuál es la clave de este auge repentino de Ciutadans aunque en Cataluña tenéis representación desde 2006?
Los principios que nos hicieron nacer en 2006 son los mismos que los que la gente demanda ahora en 2015. Un freno a la corrupción, una regeneración democrática, electoral, los cambios internos en los partidos sin que unos pocos acaben eligiendo quien va a representar a sus ciudadanos, despolitizar la justicia, reducir la administración y potenciar la sanidad, los funcionarios productivos… Esto que venimos defendiendo desde 2006, ha calado muy bien ahora cuando la gente ha llegado al hartazgo. Muchas personas están votando con la nariz tapada a los partidos tradicionales.
Están ganando pedazos a los partidos tradicionales con esta ubicación centrista. ¿Cómo define a su partido?
Lo tenemos que definir como un partido que busca una liberalización de la economía con controles que funcionen y que la generación de riqueza -que se debe hacer a través de las pequeñas, medianas y grandes empresas- debe repartirse y revertir en la población, en los servicios sociales, en la igualdad de oportunidades, una educación de calidad… Queremos que el ciudadano viva mejor y sea más libre a partir de tener más medios económicos y mejor invertidos, un poco como los demócratas norteamericanos.