Up & Baix

La ópera Don Pasquale cabalga entre el amor y el engaño

Dayana García Blas | Lunes 22 de junio de 2015
Ir al Gran Teatre Liceo siempre es una experiencia por su ceremoniosa y noble arquitectura, y por la ópera que cautiva la atención del público, personas muy fieles que pueden estar aplaudiendo durante más de media hora.


Esta es la segunda vez que asisto al emblemático espacio, y he disfrutado como si fuera la primera.

La ópera que me ha cautivado es Don Pasquale, mejor dicho “el pobre Don Pasquale” desde mi punto de vista. Se trata de un hombre que es engañado por una mujer, supuesta “monja”, que quiere hacerse con su fortuna para contentarse y disfrutar, a costa de él, de la vida con su verdadero amor. Ella cambia el diseño de la casa y se hace con el poder dejando a Don Pasquale sin voz, ni voto.

La ópera narra la historia de amor entre Norina y Ernesto, dos enamorados que no pueden estar juntos porque Don Pasquale quiere casarse con la joven. Ernesto, sobrino de Don Pasquale, recurre al Dr. Malatesta para vengarse de su tío. Una vez casados Norina y Don Paquale, ella se comporta como es en realidad: una joven que sueña con una vida divertida y muy alejada de la realidad de Don Pasquale, quién se lamenta de haberse casado con Norina porque le pega y le trata mal.

No sé a vosotros, pero a mi estas historias me ponen nerviosa ya que estos engaños corresponden, también, a la vida real. Muchas son las mujeres que deciden casarse con un señor por su dinero, sin tener ningún tipo de afecto hacía él. Esto debería estar prohibido porque no sabéis como acaba el pobre Don Pasquale: perdido y sin rumbo. Y no se puede derrumbar tanto a una persona que tiene el mismo derecho a vivir, disfrutar y, sinceramente, si tiene dinero es porque “posiblemente” haya trabajado durante toda su vida.

Una cosa es la historia, y otra muy distinta la belleza de las voces. Norina tiene una voz dulce que enamora al público con sus subidas y bajadas de tono. Además, las melodías son del italiano Gaetano Donizetti. Se trata de una comedia romántica con una moraleja muy clara: no te fíes de los amores jóvenes.