Imanol Crespo | Miércoles 22 de julio de 2015
La empresa Bluespace, con sede en Sant Just Desvern, renueva su centro de L’Hospitalet, emblemático para la compañía al ser el primer ‘self-storage’ de España. De diez centros que hay en Barcelona, la líder en el sector tiene la mitad en nuestro territorio: L’Hospitalet, Sant Just, Cornellà, El Prat y Sant Feliu.
Pasear entre los pasillos del centro es como perderse en cualquier punto cosmopolita anglosajón, cuna del ‘self-storage’ o, lo que es lo mismo, el autoalmacenaje en trasteros alquilados. Caminar rodeado de puertas y persianas de todos los tamaños permite participar por un momento en programas como ‘Storage Wars’ (en su nombre original) o trasportarse a la ficción de series como Breaking Bad o Scandal, que en más de una ocasión acuden a estas instalaciones.
En este caso, el azul y el blanco, colores que les identifica, nos acompaña a lo largo y ancho de su nuevo centro reformado de L’Hospitalet por la compañía Bluespace, empresa con sede corporativa en Sant Just Desvern y líder del sector. “Nuestro centro de L’Hospitalet es emblemático y es el motor”, reconoce la responsable de Operaciones de Bluespace en el área de Barcelona, Sonia Paredes. Y es que el centro de L’Hospitalet, ahora de 7.000 metros cuadrados de superficie y con 1.050 trasteros, fue en 2002 el primer centro de trasteros ‘self-storage’ de toda España.
Desde entonces, el crecimiento del sector ha sido excepcional en la misma medida que Bluespace -pioneros en España- ha fortalecido su vínculo con el Baix con la mitad de sus centros de toda Barcelona. Si a nivel provincial tienen diez, cinco se encuentran en nuestro territorio –Sant Just (es también la sede corporativa), L’Hospitalet, Cornellà, El Prat y Sant Feliu-, fundamentalmente por dos motivos: la densidad de población y la gran cantidad de pisos pequeños que hay: “Y no hay algo que agobie más a una familia que no tener espacio en casa; y este trastero no deja de ser una habitación más, incluso, con mayor seguridad”, explica Paredes.
Así, y a través del Baix Llobregat, que cuenta con todos los ingredientes necesarios para el éxito en este sector, la compañía introdujo este mercado en territorio español, el cual hasta hace década y media no concebía ni siquiera la idea de trasladar nuestra tradicional galería del piso a un espacio alquilado ajeno a nuestro domicilio: “Te ibas a otros países y era algo que se llevaba mucho por la mano y estaba muy asumido; lo que no quepa en casa, lo llevo a un trastero. Pero aquí no existía este mercado. De hecho, nacemos no tanto de la necesidad del cliente sino de la idea innovadora de introducir este sector en España”. Y de esta idea, L’Hospitalet pasa a tener el primer centro de alquiler de trasteros de todo el territorio nacional desde el cual la compañía ha conseguido cambiar, incluso, la concepción y la cultura de la ciudadanía en relación con este sector, ya normalizado.
Facturación millonaria
Prueba del auge de este sector y del futuro empresarial que tiene, son los datos de Bluespace en el último ejercicio de 2014. La compañía alcanzó una facturación de 19.450.000 euros, lo que representa un incremento del 4,3% respecto al 2013. Esto fue posible gracias al aumento de la contratación de los trasteros de un 8,4% en este año 2014. De esta manera, y ante tan optimista panorama, la empresa se ha puesto el objetivo de crecer en un 5% en este 2015, lo que les permitiría pasar –y con nota- la barrera de los 20 millones de euros en facturación a nivel nacional: “Los resultados obtenidos en el ejercicio del año 2014 son muy positivos, teniendo en cuenta el contexto general de crisis. Los datos reflejan que el mercado empieza a dar síntomas de recuperación y esto se ha traducido en incrementos del 8,4% en contratación y del 34% de la demanda de clientes autónomos y empresas”, ha dicho el director financiero de Bluespace, David Raya.
En este sentido, el perfil mayoritario del cliente es de tipo particular, con un 70% de las contrataciones, mientras que el 30% es para empresas de todo tipo, sobre todo, pequeñas y medianas que ven en este tipo de servicios una reducción del coste tanto en almacenaje como en logística y otros servicios asociados. Y es que las opciones son infinitas: desde un metro cuadrado de trastero, una taquilla grande, hasta el box-mix de cinco metros cuadrados, que sería el modelo tipo, hasta espacios de 10, 20 y hasta 200 metros cuadrados, un auténtico almacén para grandes empresas. Esta amplia oferta les ha permitido alcanzar la ratio de llenar el 85% de sus trasteros.
Comprometidos con la sostenibilidad
Cada cliente, incluido ya en su precio, bonifica un euro que va destinado a la Fundación Ondablue de Bluespace. Esta organización sin ánimo de lucro, creada en 2012, tiene el objetivo de sensibilizar a los más jóvenes de la importancia del ahorro en agua, del respeto por el medio ambiente y, en definitiva, de la sostenibilidad.
Desde su fundación, hace ya tres años, 100.000 niños han pasado por cerca de los 4.000 talleres realizados de manera gratuita por las grandes ciudades. Este año, por ejemplo, Ondablue pasará también por 16 colegios de L’Hospitalet. III