“Un pueblo sin historia es un pueblo sin identidad”. Con estas proféticas palabras, pronunciadas por la concejala de Cultura de Cervelló, Montserrat Canas, arrancaba la V Trobada d’Entitats del Baix Llobregat organizada por el Centre d’Estudis Comarcals, que este año ha tenido como lema “la investigación como eje vertebrador de las entidades de estudios”.
No en vano, casi toda la intervención del consejero del Área de Cultura y Memorial Democrático del Consell Comarcal del Baix Llobregat, Lluís Monfort, giró sobre la concepción de patrimonio, cada vez más amplia, presente en las políticas culturales europeas. Así, se mantiene la importancia de la protección, investigación, difusión y conservación del patrimonio, pero se potencian otros aspectos como la identidad, el paisaje, el territorio, el patrimonio inmaterial, la participación social y la comunicación.
Y estas dos visiones fueron precisamente las que pudieron apreciarse a lo largo de la jornada, donde diferentes grupos de investigación de la comarca expusieron sus trabajos más recientes o destacables.
En la visión más “clásica”, los más de cincuenta asistentes al acto pudieron conocer del equipo que acogía la jornada, el Grup de Recerca de Cervelló (GRC), el proceso de investigación sobre las “tallaries” o talleres familiares donde se tallaba el vidrio, una actividad económica no declarada oficialmente y que permitía ganar unos ingresos extra a los habitantes del municipio. La presidenta el GRC, la canadiense Gayle Hendry, mencionó también algunas actividades de divulgación cultural realizadas con los estudiantes de la localidad y dejó caer a las autoridades presentes la necesidad de crear un museo para poder seguir avanzando en esta tarea.
El alcalde de Cervelló, José Ignacio Aparicio, recogió el guante y prometió intentarlo con todas sus fuerzas, y aprovechó también para anunciar la puesta en marcha de un estudio para realizar un inventario de “masies”, que se suma al catálogo de patrimonio que se presentará en breve. Aparicio explicó además que el Consistorio también está trabajando con Corbera y el Obispado para acondicionar la ermita románica de Sant Ponç, con el fin de “abrirla más a la ciudadanía”.
Otra investigación realizada desde la óptica clásica, pero con tecnologías muy avanzadas, provino del Centre d’Estudis Martellorencs, cuyo portavoz, Alfred Mauri, explicó fundamentalmente el trabajo de conservación, investigación y comunicación realizado en el yacimiento de Santa Margarida. Mauri aprovechó además la ocasión para denunciar el estado de abandono en que se encuentra el Castellvell de Rosanes y expuso la necesidad de apostar por la innovación, hecho que les ha permitido establecer convenios con la Universidad de Barcelona y la Autónoma.
Vientos de participación
Entre las propuestas más adaptadas a los nuevos tiempos, se expuso el proceso de elaboración y algunas de las conclusiones recogidas en el Llibre Blanc de la Cultura del Baix Llobregat, realizado por el Centre d’Estudis de la comarca. Planteado como un estado de la cuestión o fotografía del presente cultural del Baix, ya se está planificando una segunda parte que pretende “recoger la opinión” de los actores culturales y constituir una “llamada a la reflexión y a la participación” de todas las entidades culturales de la comarca.
Otro libro que también se presentó en esta jornada y que ha contado con la implicación de la ciudadanía ha sido La història de 50 dones de la primera meitat del segle XX, realizado con la colaboración del Centre d’Estudis Santjustencs, el Ayuntamiento del municipio y un nutrido grupo de ciudadanos voluntarios. El éxito de la iniciativa ha sido tal que ya está prevista una segunda parte sobre la vida de las mujeres de Sant Just de la segunda mitad del siglo pasado.
La biblioteca de Cervelló también fue testigo de la presentación de un tercer libro promovido por una plataforma de contenidos con espíritu periodístico, BCN Content Factory, titulado Qui és qui. Radiografia dels qui manen al Baix Llobregat i L’Hospitalet de Llobregat. En palabras del periodista y editor de la publicación, Joan Carles Valero, la obra pretende ofrecer un panorama del presente de la comarca y la segunda ciudad de Catalunya, así como de sus protagonistas, con el objetivo de ser útil a la ciudadanía y contribuir a desarrollar un mayor espíritu crítico y participativo.
De comunicación y participación también hablaron los Amigos del Museo de Pallejà, que dieron a conocer sus pesquisas sobre el cultivo de la fresa a principios del siglo XX, gracias a la colaboración y el diálogo con algunos de los más ancianos del municipio.
Ausencia de comunicación
Entre presentación y presentación, no obstante, también se apreciaron algunos tópicos o lugares comunes preocupantes, como la ausencia de un liderazgo que permita coordinar e impulsar las nuevas tendencias en el cuidado del patrimonio y la cultura. El consejero allí presente reconoció que el Consell Comarcal carece de recursos económicos suficientes, por contar con “un presupuesto que hace llorar”, pero se ofreció a hacer de “nodo, punto de conexión, palanca o dinamizador” de la cultura de la comarca.
También fue un motivo recurrente la constatación de la ausencia de comunicación entre los propios centros de estudios y entre estos y la sociedad, lo cual impide que estas y otras investigaciones lleguen a la ciudadanía y contribuyan al conocimiento de la historia, pasada y reciente. Y sin conocimiento de la propia historia, eso sí quedó patente, no puede hablarse de un territorio cohesionado ni con una identidad fuerte. Y si no sabemos quiénes somos ni cómo vivimos, ¿cómo podremos tomar buenas decisiones?
Tal vez por ello el Centre d’Estudis Comarcals, organizador del evento, emplazó a los asistentes a seguir profundizando en la identidad del Baix Llobregat participando en el próximo congreso que se celebrará en junio de 2016 y que contará con mesas “precongresuales” a partir de enero del año que viene. III