El ente metropolitano abre la vía de la restricción completa y avanza que los turismos fabricados antes de 1996 serían los primeros
Si usted tiene un vehículo diésel fabricado antes de 1996, seguramente, no lo podrá utilizar a partir de 2018 en todo el ámbito metropolitano. Esta sería la medida más drástica que el Área Metropolitana de Barcelona ya estudia con el objetivo de corregir los altos niveles de polución que cubren la ciudad de Barcelona y todo su anillo metropolitano.
Serían, por tanto, los vehículos calificados como Euro 1 los primeros que serán vetados de toda circulación en los 36 municipios que conforman el ámbito metropolitano de Barcelona, según ha expuesto el vicepresidente de AMB, Antoni Poveda, en la presentación de los datos de transporte público de todo el año: “El transporte es el principal causante de la contaminación atmosférica y, por tanto, es este ámbito desde donde debemos comenzar a actuar, con el mayor consenso posible”.
Pese a que el paquete de medidas no está confirmado –se debatirá en el Consejo de Municipios por la Lucha contra la Contaminación Atmosférica tras encuentros con ayuntamientos, Generalitat y especialistas del sector- es la primera vez que se plantea de manera seria el veto completo a toda circulación de algún tipo de vehículo.
La propuesta contempla la creación de zonas de bajas emisiones en el territorio metropolitano, tal y como se hace en otras grandes metrópolis de Europa. Así habría una zona, como decimos, de bajas emisiones que afectaría a todo el territorio metropolitano (el correspondiente a los 36 municipios); otra zona de bajas emisiones urbanas, para el ámbito que delimitan las rondas; y, en tercer lugar, zonas urbanas de atmósfera protegida (ZUAP), zonas concretas especialmente sensibles como, por ejemplo, los alrededores de las escuelas.
En cada nivel, se irían restringiendo los tipos de vehículos en función de su contaminación.
El paquete de medidas también recoge propuestas para el transporte público. Por lo que se refiere a los autobuses, se quiere eliminar de la flota todo vehículo diésel antes de 2020. Por tanto, AMB adquiere el compromiso de comprar solo autobuses híbridos, eléctricos y de gas natural. Esta transición afectaría también a los parques de coches municipales que cogerá la tendencia de eliminar todos los diésel por vehículos eléctricos u otros de bajas emisiones. Para acabar, se seguirá proponiendo la compra de vehículos no contaminantes en el sector del taxi con el horizonte de que menos del 50% de los ‘canarios’ sean diésel en 2020 y menos del 33% en 2025.