“Se me cae el alma al suelo cuando desde mi pueblo miro hacia Barcelona y veo los altos niveles de contaminación”. Bajo esta premisa, Isidro Moreno dio vida hace 8 años a O3 Protégelo, un mecanismo pionero en el mercado que se instala en todo tipo de motores diésel y gasolina con el fin de mermar en un 80% los niveles de CO, NOX y las partículas de residuos sólidos (PPM), unos gases altamente contaminantes para la sociedad y que salieron a la luz gracias a las irregularidades de Volkswagen.
Al ver el latente desafío medioambiental, las injusticias como la de la automovilística alemana, que modificó los softwares de algunos motores de gasóleo para perturbar las emisiones residuales en las inspecciones, y la viabilidad del producto, el ingeniero mecánico decidió constituir su empresa en abril de 2015 para vender y dar a conocer el dispositivo. Esta solución es fruto de una aventura personal: “en mi coche monté el aparato para ver los efectos que tenía y vi que el tubo de escape dejaba de oler. Y seguí adelante”.
Reducir las emisiones
Según el artífice, O3 Protégelo está dando “resultados” en su fase de pruebas: ahorra hasta un 20% de combustible; reduce en casi un 80% las emisiones de gases contaminantes; protege el circuito de combustible, la válvula ERG, el filtro de partículas y catalizador; aumenta la potencia del vehículo; y, en definitiva, mejora la vida del motor, un gran desconocido. Isidro Moreno apunta que cuando hay una mala combustión, “todos los sistemas anticontaminantes crean un tapón provocando que el coche humee, lo que genera una mayor polución”.
Pero ¿dónde está el truco? El contacto del metal, que hay en el interior del dispositivo, con los hidrocarburos es lo que hace que se reduzcan las emisiones de gases contaminantes. Isidro Moreno detalla que “un catalizador de humos es una rejilla con conductos de cerámica bañados en óxido de platino a través de los cuales pasan los humos. En el momento en el que entran los gases en contacto con el óxido de platino hay una ruptura de la molécula que se descompone permitiendo una combustión más limpia”.
Quemar combustible
La empresa tiene su sede en Sant Feliu de Llobregat, e Isidro Moreno se ha apoyado siempre en José Manuel Núñez, delineante que le ha ayudado en el proceso de desarrollo del equipo. Ambos coinciden en que su mecanismo “se sustenta en el principio de que todos los combustibles no se queman”. El mecánico reconoce que los motores de hace 20 años atrás quemaban “igual de mal que los de ahora”, lo que genera humo. Para entenderlo, esta humareda es combustible no quemado y, por lo tanto, inaprovechable: “si compras un litro de gasolina aprovechas sólo un 80% y el resto sale por el tubo de escape en forma de contaminación”.
Con este dispositivo, Isidro Moreno ha conseguido que se queme del 90% al 98% del combustible, lo que ensucia menos el medio ambiente y aporta hasta un rendimiento del 20%. Por el momento, el fundador ha solicitado a varias empresas públicas y privadas que prueben el dispositivo y “estamos a la espera de que nos certifiquen el aprovechamiento en el consumo”. En cuanto a instituciones públicas, ya lo han probado Barcelona Activa y algún que otro departamento de Medio Ambiente, y su respuesta ha sido “positiva”.
Limpiar los puertos
“Los puertos son bastante contaminantes por todos los elementos que lo hacen funcionar”, destaca el ingeniero. De hecho, las grúas que mueven los contenedores son de diésel y llevan motores de 500cv (motor de camión). Esto implica que 40 grúas funcionando a la vez emiten una “barbaridad” de gases contaminantes al medio ambiente. En la actualidad, el Puerto de Barcelona está pendiente de adquirir este dispositivo, aunque aún no se ha confirmado la compra.
Bajo la estrategia de eco eficiencia medioambiental, Isidro Moreno ha fabricado tres modelos: O3 Protégelo Car para turismos, furgonetas, embarcaciones ligeras, carretillas elevadoras y otros que cuesta 145€; O3 Protégelo Van sirve para camiones de hasta 4.000 cc de PMA y todoterrenos (230€); y O3 Protégelo Pro, instalable autobuses, generadores y barcos (305€).
Cada dispositivo dura dos años en el coche y, a día de hoy, se han vendido alrededor de 4.000. De ese total, un 50% se han instalado en el Baix Llobregat y el resto entre el conjunto de Cataluña y Andalucía. Por el momento, la empresa se está abriendo camino en China a través de una entidad mediática con sede en España. Según el director del proyecto: “tenemos un contrato con ellos y con un banco chino que invertirá capital para poder distribuir nuestros productos en el continente asiático”. También son objetivos clave: Holanda, Alemania, República Dominicana, Sud América y EEUU.
José Manuel Núñez, responsable de comunicación de O3 Protégelo, señala que la idea es que como mínimo un taller por municipio tenga el dispositivo. Hasta el momento, sólo tres talleres, situados en Vallirana, Sant Feliu de Llobregat y Cornellà, han incorporado la herramienta. Los expertos alertan de que el equipo debe instalarlo profesionales, conocedores de su ubicación. El aparato debe colocarse en el tubo del combustible y se encajan los conectores, un proceso “muy fácil”.
Sin acuerdo
Por otro lado, los responsables del proyecto se han puesto en contacto con fabricantes automovilísticos de la comarca para que compren el dispositivo. Sin embargo, Isidro Moreno asegura que prefieren la técnica al aparato, es decir, “quieren saber lo que hay dentro, cómo se hace, antes de comprarlo, ya que ellos tienen un departamento de I+D que puede hacerlo perfectamente”.
Algunas compañías han manifestado su satisfacción respecto al producto gracias al ahorro de combustible. Un ejemplo de ello es la Comunidad de Regantes de Jaén, que instaló el dispositivo en una bomba extractora de agua para el riego y reconoció haber obtenido un mejor consumo durante junio, julio, agosto y septiembre de 2014 invirtiendo 65.749 litros/gasóleo, cuando en 2015 gastaron 6.108 litros menos. Otra de las empresas que ha probado el producto es Nacex, que reconoce que antes de usar el aparato tenían una “pérdida de rendimiento del 30%” cuando ahora aprovechan un 95% del rendimiento de su flota de vehículos.
Multitud de instituciones se ha volcado en salvaguardar el medioambiente reduciendo la contaminación. Para José Manuel Núñez, reducir la velocidad a 70km/h en la M30 de Madrid es un “remedio temporal” que no solventa el problema porque siguen saliendo coches diésel al mercado.
En cuanto a los vehículos eléctricos, tanto Isidro como José Manuel coinciden en que “la tecnología no está lo suficientemente avanzada, aún le faltan 10 años para solidificarse”, subrayan. III