A pesar de que el Baix Llobregat acoge el Parc Agrari, uno de los principales polos de producción vegetal de Barcelona, son pocos los comercios y restaurantes que, más allá de la venta directa de los payeses, dan respuesta a las demandas de un colectivo de población, cada vez más amplio en nuestro territorio, que escoge la opción vegetariana no sólo como alternativa gastronómica, sino también como estilo de vida.
Otro objetivo de este tipo de alimentación es la mejora la calidad de vida de las personas y la promoción de una tradición culinaria que busca la excelencia gastronómica. La cocina vegetariana también implica aliviar la carga que soportan nuestros recursos ambientales, con el valor añadido de contribuir a la dinamización económica y el posicionamiento internacional de nuestro territorio en favor de los valores medioambientales. Pero en nuestro territorio la oferta es escasa.
“Somos el único en el Baix”
En los últimos dos años, se han duplicado en España los restaurantes vegetarianos, lo que da una idea “del interés que despierta este sector y que sigue en auge”, señala David Gasol, nutricionista especializado en veganismo y macrobiótica. Además, David Román, de la Unión Vegetariana Española, coincide con el nutricionista: “el número de seguidores va en aumento, pero no hay estadísticas oficiales”, por lo que se estima que cerca de un millón de españoles son vegetarianos. Evidentemente, este incremento no se asemeja ni con el veganismo instaurado en EEUU, California, Nueva York y otras ciudades, donde esta filosofía lleva más de 60 años de historia, ni tampoco con nuestro territorio baixllobregatense, donde “cuesta comer porque hay poca oferta, por no decir nada”, alega Mónica Tedesko, propietaria del restaurante Sukha, espai vegetarià de Castelldefels, el único espacio gastronómico de la comarca dedicado a esta tipología culinaria.
Tedesko añade que “debido al bajo índice de vegetarianos en España, hacemos platos vegetarianos del mundo: asiáticos, hindúes, etc.”. Por consiguiente, la cocina de este restaurante se encamina a ofrecer un menú diario y una carta muy variable, sujeta a los productos de temporada, km0 y slowfood. El restaurante nació en 2010 y desde sus inicios cocina su plato estrella: wok de verduras, una combinación de vegetales del huerto cocinados al dente y sobre lo que se añade jengibre fresco rallado que se elabora con arroz, pasta o con Kinoa.
A pesar de ser un espacio 100% vegetariano y ser “el único restaurante del Baix” de esta especialidad, gran parte de los clientes no son vegetarianos. De lo contrario, “habría cerrado” recalca Mónica. La apuesta actual se basa en comer sano y, sobre todo, cuidar lo que comes. Por ejemplo: “no tenemos microondas porque no necesitamos radiar el alimento con hondas, de modo que todo lo hacemos al horno, a la plancha o al vapor”.
La dulce Lujuria vegana
Al otro extremo del territorio, se encuentra la pastelería Lujuria Vegana, que se traslada de L’Hospitalet a Rubí, porque el local se les ha quedado pequeño. Rosa Avellaneda, directora general de la tienda, anuncia que “con el aumento de la clientela, no podíamos continuar sirviendo en desde L’Hospitalet porque no teníamos capacidad”. Aunque se hayan marchado preexiste la dulce esencia del obrador de pastelería vegana, “referente y pionero en Europa”.
Lujuria Vegana se instaló en la segunda ciudad de Cataluña en enero de 2010 para hacer pastelería vegana 100% vegetal. Ahora no se desprenden del territorio porque, además de continuar exportando pasteles a Inglaterra, “habrá distribución en puntos de venta que se anunciarán en Facebook y en nuestra web, y seguirá llegando a L’Hospitalet”. Avellaneda hace hincapié en que uno de los pasteles más reclamados por los vegetarianos, veganos y personas con intolerancias alimentarias es el Carrot Cake, un pastel de zanahorias certificado por la Vegan Society, que “está buenísimo y es super esponjoso”, gracias al uso de productos frescos y a que eluden las temidas grasas trans que se encuentra, principalmente, en alimentos industrializados.
La Chia, de moda
Otra de las características de este tipo de productos es que sus precios, en concreto el de los pasteles “son un pelín más elevados, porque las materias primas que usamos están muy seleccionadas”, añade Rosa Avellaneda. En este sentido, las tiendas de dietética y productos naturales, como Espai Natura de El Prat, apuestan por la venta de alimentos de calidad más para vegetarianos que para veganos “porque hay muy pocos” de estos últimos. Una observación que asevera David Castillo, propietario del local, que revela que el producto de moda es la “Chia”, semillas que tienen todas las propiedades para reducir el colesterol y Omega3. Le sigue en el ranking de ventas la Kinoa, las galletas, las hamburguesas y las salchichas de tofu.
Tendencias
Las principales motivaciones para ser vegetariano son las cuestiones religiosas, todo lo relacionado con la salud de la persona o por prescripción médica por problemas de hipertensión u obesidad, aunque también suele abrazarse este tipo de dieta para adaptarse a un familiar que lo es y acostumbrase a comer lo mismo que el vegetariano. También se hace uno vegetariano por convicciones éticas y morales, o bien porque está de moda. David Gasol explica que, últimamente, la gente “se mueve por modas. Se entera que Madonna es vegetariana y decide hacerse también”.
Uno de los grandes tópicos es la percepción social de los vegetarianos vistos como “hippies” o “bichos raros”, señala David Román. Este prejuicio ha cambiado en la última década, ya que en la actualidad se reconoce que es una opción totalmente aceptable. A ello “han contribuido diversas personalidades públicas y famosos, que han proclamado que siguen este tipo de alimentación”, enfatiza Román.
Gavà, centro naturista
Desde la Asociación Naturista y Vegetariana de Barcelona, en la que se incluye una división de ventas, hace más de 50 años que se promueven conferencias, cursos y otras actividades como una paella vegetal que se organiza cada domingo en una finca de Gavà, conocida en la red como Alberg de Gavà, y que ha reunido en ocasiones a más de 1.000 personas. Juan Cortell, presidente de la Asociación, subraya que “los domingos hacemos una paella de arroz vegetariana” en un ambiente naturista y vegetariano. Por tan sólo seis euros, quien quiera puede asistir a comer el siguiente menú: “una ensalada, una manzana, gazpacho o consomé y un plato de arroz con opción a repetir”. El espacio es libre, es decir, “se incluye el nudismo dentro del recinto, pero a la hora de comer se va con ropa”.
Cortell justifica que es naturista porque vela por la protección de animales, por cuestiones alimenticias, de salud, porque es seguidor del ecologismo, entre otros aspectos relacionados con el respeto a los animales y el medioambiente. Además, confiesa que hasta los 50 años de edad nunca ha comido nada de carne, pero a partir de esa edad y a raíz de un programa de televisión donde pedían un vegetariano estricto, “deje de comer huevos y leche también”. Por eso, en la actualidad, “soy vegano total”.
Cursos en Castelldefels
David Gasol, además de tener consulta en distintas ciudades de Cataluña, da cursos de cocina en diferentes escuelas. En su web, hace referencia a un taller culinario de comida vegetariana que ha desarrollado en Castelldefels y que no descarta volver a hacerlo este año. “En el taller cociné seis o siete platos representativos para que la gente tenga una idea de cómo organizarse un menú vegano saludable”, señala el nutricionista. El menú consistía en un plato con cereal, como arroz integral con verduras; una proteína vegetal, tofu; uno de verduras dulces; otro de verduras verdes; un penúltimo de algas y algún postre. Con este taller, Gasol explica “las peculiaridades de esta cocina, así como las propiedades nutricionales a nivel energético y nutricional”. ¡Que aproveche! III