La entidad, ubicada en el famoso parque de Can Mercader de Cornellà, da respuesta a centenares de adolescentes que han quedado fuera del sistema educativo por infinidad de motivos, también, por ejemplo, por la excesiva rigidez de la estructura del sistema.
El Llindar ofrece una segunda oportunidad con un modelo alternativo en donde las cuestiones abstractas también tienen un papel importante. Así encontramos una propuesta dual entre la teoría y, sobre todo, la práctica, pero en donde la motivación, el optimismo y la parte emocional, en general, tienen un papel primordial en este modelo más personalizado.
“El Llindar es un lugar de paso, un lugar que te permite hacer la transición y pasar de una situación a otra (de la exclusión educativa a la inserción laboral y social). El nombre es muy significativo. Queremos ser un espacio y un tiempo para estos adolescentes y jóvenes a los que el sistema educativo no sabe o no puede dar respuesta. Pero fundamentalmente, El Llindar es un lugar de vida”, ha dicho para El Llobregat la fundadora de la entidad, Begoña Gasch, que ahora colidera la fundación junto a Pere Guardiola, actual presidente.
Detrás de estos jóvenes, detrás de la mayoría de casos hay situaciones de sufrimiento, cuestiones humanas incontrolables para todos; en cambio, la sociedad y el sistema los continúa culpando de una manera continua.
Contra esta estigmatización lucha desde hace ya diez años El Llindar, a la vez que continúa la lucha para que se reconozca su modelo verdaderamente dentro de la educación reglada. III