L’Hospitalet

El empresariado advierte que la desigualdad es el principal problema de futuro

Joan Carles Valero | Martes 24 de mayo de 2016

Ramon Adell, vicepresidente de la patronal y presidente de la Sociedad de Estudios Económicos, reclama en L’Hospitalet que alcanzar un pacto político “es una exigencia”



El presidente de la Societat d'Estudis Econòmics, vicepresidente de la patronal Fomento y catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad de Barcelona, Ramón Adell, ha advertido este martes en L’Hospitalet que el gran problema de los próximos años será el incremento de la desigualdad. "La clase media desaparece paulatinamente; ha pasado de ser el 36% a reducirse al 22% en los países del primer mundo, lo que constituye un drama”. Y ha hecho una nueva advertencia: "Cuando la desigualdad crece, la democracia sufre, porque la democracia es la máxima expresión de la igualdad: una persona un voto". Y ahora lo estamos viendo en algunos países de Europa donde los partidos totalitaristas vuelven a ganar notoriedad.

Adell ha reclamado la “exigencia” de un pacto político, en la línea manifestada por el empresariado catalán y del resto de España en anteriores ocasiones. “No merecemos la radicalidad política que sufrimos; es necesario denunciarlo”, ha señalado Adell en su conferencia en el Foro FemLlobregat de la patronal AEBALL de L’Hospitalet y el Baix Llobregat. “No puede ser que el discurso de la generación de sueños sea patrimonio exclusivo de la izquierda; por eso todos tenemos la obligación de enseñar nuestro cielo, porque si no se promete un cielo, nunca se tendrán creyentes”.

Para el académico y directivo empresarial, una buena pregunta a realizar ahora a los partidos políticos es que expliquen cómo y en qué partidas van a comenzar a recortar para alcanzar los 10.000 millones de euros que a partir del 26 de junio tendrán que aplicar en cumplimiento de nuestras obligaciones. Unas respuestas que Adell espera cuando nuestro gran problema puede ser que Europa empiece a desconfiar de nosotros.

Reformas pendientes

La reforma de las administraciones es, a juicio del experto, la gran asignatura pendiente de nuestro país. Pero antes, la prioridad a su juicio es la reforma de la estructura y financiación de los partidos políticos, porque no hacerlo complica aún más la primera. Adell considera que la raíz de la reforma de las administraciones es hacer viable la financiación de los partidos y elevar la remuneración de los políticos para que puedan dedicarse a la cosa pública personas que ahora ni se lo plantean porque está mal pagado.

Un dato que para el académico ha pasado desapercibido es el notable crecimiento en los últimos meses de la actividad de las Empresas de Trabajo Temporal (ETTs), lo que demuestra que la economía va bien y que crece el empleo, pero que los empresarios no se atreven a contratar indefinidamente.

Adell ha comentado que todos los indicadores económicos señalan que "le estamos dando la vuelta a la situación, pero nadie sabe con certeza qué pasará en los próximos 10 años". "Vivimos en un momento de cambios constantes y hay que saber adaptarse tanto en el ámbito profesional y personal", ha agregado. El ponente ha explicado cómo sería el mundo si se redujera a una aldea con solo cien personas, y lo que más destaca de esa realidad es que "1 de cada 2 niños seguirá viviendo en la pobreza”. En este contexto, se produce la paradoja de que la mitad del mundo enfermará por haber comido demasiado, mientras la otra mitad enfermará por no haber comido nada.

Solidaridad intergeneracional

El catedrático de Economía de la Empresa ha puesto el foco en cuatro aspectos que marcarán los próximos años, comenzando por el debate de la deuda. "Hay tres maneras de hacerle frente: con una quita, con inflación, o con crecimiento económico. Esta última es la única solución". En ese sentido, Adell también ha advertido que "estamos rompiendo la solidaridad intergeneracional” al permitir que la deuda siga creciendo, y ha recordado que “la libertad de un país depende también de no deber nada".

El segundo gran asunto es lo que ha denominado “suicidio demográfico”. La tasa de natalidad va a ser, en su opinión, una de las grandes cuestiones de la década, ya que la esperanza de vida aumenta y el ritmo de nacimientos cae. El tercer gran escenario es la incógnita de la productividad. "No está claro cómo debe impactar la revolución digital, ni qué pasará en las empresas”. Adell ha señalado que algunos autores aseguran que la revolución digital acabará con el capitalismo porque el mercado ya no será el que regulará la relación entre oferta y demanda, sino que será la red". El coste de la energía y cómo evolucionará y se compatibilizará con otros tipos de energía es el postrer y no menos importante reto. El ponente ha reconocido ante medio centenar de empresarios y directivos que estos cuatro escenarios "no aportan confianza".

¿Qué hacer?

Ante estos nuevos retos, Adell ha propuesto una reflexión final bajo la pregunta, “¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros en nuestras empresas? Y la respuesta es "evitar los excesos y la corrupción; saber muy bien dónde están los límites; preparar las empresas ante el peor escenario; centrar los esfuerzos en hacer mejor lo que ya sabemos hacer; saber que el mercado es el mundo y que España no es el centro del planeta; recuperar la pasión por la liquidez; retener el talento y comunicar mejor y con más transparencia".

"Hay razones para la autoestima" y “no tenemos derecho al pesimismo”, ha subrayado antes de concluir su ponencia con una declaración de intenciones al pedir a la clase política compromiso personal, carácter y actitud, que sean capaces de llegar a acuerdos, a los empresarios que abandonen el pesimismo letal y a Europa que recupere sus valores sociales y la solidaridad.