Sin cambios. Pese a que el concepto italiano ‘sorpasso’, que viene a explicar un destacado adelantamiento en términos políticos o económicos, ha sido repetido hasta la saciedad por políticos y periodistas en las últimas semanas –incluso en los sondeos de las 20 horas de ayer se recogía tal fenómeno con Podemos como segunda fuerza-, la realidad ha dejado un dibujo muy parecido al de las últimas elecciones generales; eso sí, con un Partido Popular que sale más que reforzado (con 14 diputados más) a costa de Ciudadanos, que pierde ocho; con un PSOE que mantiene el tipo pese a perder cinco diputados y que tendrá la llave de Gobierno otra vez; y con un Podemos que se queda lejos de las expectativas generadas lo que deja, también, al bloque de izquierdas lejos de una mayoría.
En el Baix Llobregat y en L’Hospitalet tal ‘sorpasso’ ya se vivió para sorpresa de muchos el pasado 20 de diciembre, cuando la candidatura de ‘En Comú Podem’ se proclamó como primera fuerza en los 31 ayuntamientos de nuestro territorio. En este sentido, por tanto, y pese a que el dibujo sea totalmente diferente al del Congreso, la conclusión es la misma: prácticamente no ha cambiado nada. ‘En Comú Podem’ se ha vuelto a erigir como la primera fuerza de la comarca con un voto acumulado de 118.409 papeletas (29,72%), pese a que pierde 14.653 votos en estos seis meses de diferencia. Aun así, la candidatura liderada por Xavier Domènech queda con 34.689 votos por encima del PSC que, pese a ser el ganador histórico en la zona, se tiene que resignar como segunda fuerza con 83.720 votos (21,01%).
El bloque conservador, por su parte, sí que efectúa el mismo fenómeno que en el resto de España: el Partido Popular recupera la tercera posición con 54.709 votos (13,73%), 5.463 más que en diciembre, y, por tanto, gana presencia en detrimento de ‘Ciutadanos’ que pierde casi 15.000 papeletas (53.493 votos/13,43%).
De esta manera, se aprecia como el descenso de la participación ha castigado notablemente a los llamados partidos emergentes, en beneficio, por su lado, de los tradicionales grandes representantes del bipartidismo. En total, han acudido a las urnas 400.887 personas del Baix Llobregat (67,92%); es decir, 35.270 menos que en el 20-D, donde se registró una participación del 73,95%. Vemos, por tanto, como existe prácticamente una traslación exacta: si sumamos los votos perdidos por ‘En Comú Podem’ y ‘Ciudadanos’ obtenemos 30.000 personas que no han ido a votar.
De esta manera, el PP ha recuperado la condición de tercera en las grandes ciudades del territorio –L’Hospitalet y Cornellà- e, incluso, en Castelldefels, logra la segunda posición. Por su parte, el PSC mantiene el tipo mejor que la candidatura morada en las grandes ciudades del sur, sobre todo, en las ciudades socialistas por antonomasia, en donde, en general ganan una ligera cuota de voto respecto a diciembre: L’Hospitalet, Cornellà, Sant Boi, Gavà, Viladecans, Esplugues o Sant Joan Despí. En cambio, en las ciudades en donde no cuenta con alcaldía el PSC, el partido de la confluencia de Pablo Iglesias consolida su hegemonía con una distancia de casi 12 puntos porcentuales (p.p.) en ciudades como El Prat de Llobregat, 9 p.p. en Martorell o 8 p.p. en Sant Feliu de Llobregat.
Por otro lado, si dejamos atrás las grandes ciudades del sur, en los pequeños municipios se impone también ‘En Comú Podem’, pero con la destacada presencia de ERC como segunda fuerza de manera generalizada. De hecho, a diferencia del 20-D, ERC logra ser la candidatura más votada en Collbató y Sant Just Desvern, rompiendo así la unanimidad lila en el Baix Llobregat.
El independentismo vira a la izquierda, otra vez
Algunas dudas quedaban pendientes en relación al voto independentista, también importante en los municipios de la periferia metropolitana y, sobre todo, en los pequeños pueblos del norte del territorio: si ERC consolidaría el auge de diciembre, cómo iba a funcionar la recuperación de la marca de Convergència en lugar de Democracia i Llibertat o, incluso, cómo iba a influir la desaparición de Unió en estos comicios. Pues bien, lo cierto es que –en contra también de los sondeos- el bloque independentista repite, prácticamente, su apoyo; eso sí, con una nueva mejora de los resultados de ERC (47.471/11,92%) en detrimento de CDC (27.850/6,99%).
En cualquier caso, entre las dos candidaturas logran en el Baix Llobregat 75.321 votos, cerca de los 77.804 de diciembre, con lo que se mantiene el bloque independentista un poco más virado a la izquierda. Los republicanos, que han repetido con el cornellanense Joan Tardà como número dos de la candidatura por Barcelona, se benefician de no ir en coalición con CDC y quedan como los principales abanderados de la independencia en el Congreso, mientras que la candidatura de Homs queda en el Baix relegada a la última posición de la lista de partidos con representación.