El representante institucional del Ejército en Cataluña, el teniente general Ricardo Álvarez-Espejo, ha defendido el derecho de los militares “a movernos por Collserola como cualquier ciudadano”, porque en caso contrario “supondría una limitación al derecho de libre circulación por un espacio”. El militar, que es uno de los doce candidatos a ser el próximo Jefe de Estado Mayor de la Defensa, niega que el Ejército realice maniobras en el parque metropolitano de la sierra de Collserola y subraya que “los únicos ejercicios que realizamos en este espacio natural son físicos, como gimnasia, carreras y marchas topográficas en las que llevamos el armamento en fundas y evitamos pasar por centros escolares”.
Álvarez-Espejo añade que la presencia militar en ese espacio natural “no crea ningún impacto medioambiental”. Sus declaraciones a preguntas de los periodistas participantes en el programa “Converses” de COPE Cataluña y Andorra, emitido este sábado, se producen tras los pronunciamientos institucionales por parte del Ayuntamiento de Barcelona, el Parlament de Cataluña o el Área Metropolitana de Barcelona que han reclamado al Ejército que no realice entrenamientos en la sierra de Collserola, en Montserrat o cerca de núcleos urbanos como Talarn o Sant Climent Sescebes.
El teniente general también ha declarado tener previsto que las fuerzas armadas puedan participar en el próximo Salón de la Enseñanza del mes de marzo, en el marco de su implicación para difundir la cultura de defensa, puesto que el Ejército tiene una amplia oferta de formación de oficiales, suboficiales o tropa.
En cuanto a la marginación sufrida en el último Salón de la Infancia de Barcelona de estas Navidades, de acuerdo al veto impuesto por la alcaldesa Ada Colau, el máximo representante del Ejército en Cataluña, Aragón, La Rioja y Navarra, confía en que se reconsidere esa medida y el Ejército pueda volver al Salón de la Infancia con un pabellón propio, tal y como venía haciendo desde hace años. “Porque el mal llamado militarismo –asegura- no se corresponde con la realidad”, puesto que “estamos ayudando en los países más desfavorecidos y, dentro de España, la unidad militar de emergencias actúa en inundaciones o incendios, además de realizar investigación científica a través del buque Hespérides en la Antártida y, por lo tanto, nada se relaciona con la cultura de la violencia, sino con los valores”.
A su juicio, no es bueno que los niños y la juventud desconozcan las estructuras del Estado como las fuerzas armadas, “una institución que actúa en favor de la libertad y la seguridad de sus ciudadanos, además de ser una salida profesional y una oferta laboral conocida y considerada”. En ese sentido, ha subrayado la oferta laboral y de enseñanza del Ejército y la “enorme” respuesta por parte de los catalanes. En los últimos tres años, unas 240.000 personas han solicitado entrar en las Fuerzas Armadas y “este año en las convocatorias de tropa podemos contar con un gran número de solicitantes en Barcelona, donde el número de candidatos es muy elevado, con una relación de unos 30 solicitantes por cada plaza”. Un extremo que, reconoce, posibilita que “podamos escoger a mejores personas”.
Enseñanza de excelencia
Para Álvarez-Espejo, la transformación del ejército ha ido en paralelo con la sociedad española, de modo que su formación ahora es de excelencia y sus centros de enseñanza son un referente internacional, como es el caso de la Academia de Suboficiales de Talarn (Lleida). También el Ejército español realiza misiones en el exterior, en busca de la estabilidad y la paz internacional. “Todavía llevamos a cabo misiones en Afganistán y formamos al ejército de Iraq para combatir a Estado Islámico, además de estar desplegados en la frontera de Líbano y en la franja del Sahel, en centro África, sobre todo en Mali y Senegal para dar estabilidad y vertebral esos países para que no sean fallidos y tengan estructuras democráticas”. En cuanto al mantenimiento de la Academia de Suboficiales en Talarn, el inspector general del Ejército recuerda que “existe el compromiso de continuidad, porque hay una comunión perfecta entre la Academia y los vecinos y ayuntamientos de la zona”.
No se van de Sant Boi
En cuanto a las peticiones municipales en Barcelona y Sant Boi de que los acuartelamientos en ambas ciudades sean abandonados por el ejército, el teniente general ha declarado que “los ciudadanos catalanes reclaman acceder a las unidades de Cataluña, dado el alto número de solicitantes a las plazas convocadas y el seguimiento de las actividades que se realizan”. Además, el representante de las Fuerzas Armadas en Cataluña asegura que el cuartel del Bruch “es la única posibilidad con que contamos en materia de inmuebles, porque existe ninguna alternativa y este cuartel, para nosotros, es insustituible”, además de que llevan más de 60 años en ese enclave de la ciudad “y la mayoría de la población lo quiere y acepta·.
En cuanto a al acuartelamiento Santa Eulalia en Sant Boi de Llobregat, cuyo ayuntamiento ha vuelto a reclamar al Estado recientemente la necesidad “ineludible” de hacer efectivo el traslado fuera del casco urbano de las instalaciones militares, de acuerdo con el compromiso alcanzado por el Ministerio de Defensa con el Ayuntamiento en el mes de diciembre del año 2007 y renovado en marzo de 2011; el teniente general ha declarado que los problemas económicos del ayuntamiento impiden la solución prevista de que la Unidad de Servicios y Talleres de la Agrupación Logística 41 (AALOG 41) cuyo mando está en la Base San Jorge de Zaragoza, siendo heredera del Parque y Talleres de Automóviles de la 4ª Región Militar, sea desplazada fuera del centro urbano de Sant Boi. Este acuartelamiento también ubicó a unidades de Caballería, como alguna sección del Numancia 9.
Demanda para un museo
Ricardo Álvarez-Espejo también se ha referido al futuro Museo Militar de Barcelona, que reivindicó hace dos años en su discurso de la Pascua Militar. “Ahora mismo está en fase de planeamiento, sobre todo por razones presupuestarias. Mientras tanto, en el Gobierno Militar se puede ver una exposición temporal sobre la presencia militar en Cataluña a través de la historia y que desde mayo ya ha recibido la visita de unas 15.000 personas”, ha explicado. El militar ha subrayado la contribución de los “ingenieros catalanes”. Entiende que “se debe enseñar la ayuda de ingenieros catalanes en el Ejército, que fueron importantes para la construcción de fortificaciones militares, también en Latinoamérica”.
El teniente general ha afirmado que “con esta exposición los visitantes pueden juzgar por si mismos que lo único que se pretende, de forma muy objetiva, es presentar la historia”. “No buscamos reeditar tiempos pasados, ni buscar ningún tipo de ideología ni revanchismo”, ha añadido. “Esta exposición temporal, que se puede visitar por las mañanas, de martes a sábado, puede ser el embrión para que Barcelona tenga un Museo Militar que creo que es muy demandado; un museo que solo presente historia y que no vaya contra nadie”, ha indicado. Considera que un futuro museo militar tendría una demanda relevante, dado el número, nada “deleznable”, de personas que ya han pasado por la exposición temporal.
El teniente general, que pasará a la reserva el próximo mes de marzo, ha recordado el esfuerzo que hace el Ejército para acercar la institución militar a los ciudadanos, destacando las Juras de Bandera Civiles, las jornadas de puertas abiertas en el Cuartel del Bruch o en la Capitanía.. III