Desconocida para el gran público, pero seña y garantía de uno de los mejores atunes rojos del mercado, la empresa familiar catalana de captura, engorde y distribución del llamado “ibérico del mar” había anunciado la voluntad de conquistar con el último paladar, el del ciudadano general. Pero no llegaba. Son desde hace años restaurantes como Lasarte, Koy Shunka o La Llotja -en el cercano puerto de l’Atmetlla de Mar donde se crían- quienes suelen tener el atún rojo de los hermanos Balfegó en sus cartas. El resto, nos lo imaginamos cuando vamos a comprar al super, pero, no es lo mismo. Más de la mitad de la producción se exporta al mercado exterior, en especial a Japón, a donde se destinan unos 1,5 millones de kilos al año.