Tres décadas en las que profesionales y pacientes se han tenido que dar cita en un espacio que no estaba preparado para tal fin y que, por tanto, se tendría que haber realizado mucho antes.
“Por la reivindicación del barrio de Molí Nou, que cortaron calles y carreteras a principios de los ochenta, comenzamos a trabajar como un consultorio del ambulatorio central de Sant Boi”, explica el actual director del CAP, el Dr. Carles Alvarado Montesdeoca. “Con la reforma de la atención primaria, en el año 1987, el consultorio se transforma en CAP. Estamos en el 2017, 30 años después hemos acabado aquí cuando tendría que haber estado hace 20 años”. Y es que el local lo cedieron las asociaciones del barrio para contar con atención primaria puntual pero que no estaba dimensionado para las necesidades que vendrían después.
Con estos años de espera a la espalda, el balance del cambio es aún –si cabe- más positivo: “El cambio es radical y fundamental”. El nuevo centro cuenta con el doble de superficie que pasa de los 700 metros cuadrados a los 1.600 distribuidos en dos plantas iguales. El CAP pasa a tener 24 consultas independientes e interconectadas, además de espacios propios para especialistas como los relacionados con psiquiatría, psicología o la figura de la gestora de casos. “En lo que más hemos mejorado es en la descongestión. Allí estábamos uno encima de otro. Pero, también, la luz natural. Entre una cosa y la otra, se ha acabado la sensación de angustia; un valor añadido muy importante”, dice Alvarado.
El CAP da asistencia a 13.500 personas (el 35% de ellas es mayor de 65 años), además de ser el centro de referencia de los consultorios de la Colònia Güell y de Santa Coloma. En este sentido, según el director del centro, hay margen para más. De hecho, está ubicado en una zona en donde está previsto que Sant Boi pueda crecer.
Faltan enfermeros
Lo que no varía es la plantilla del centro. El nuevo CAP Molí Nou seguirá teniendo una treintena de profesionales, como en el anterior espacio. “El equipo está dotado, a nivel facultativo, correctamente. Necesitaríamos, probablemente, más enfermeros por el tipo de pacientes que tenemos. Y, luego, el problema eterno de pediatría, que es el hándicap en todos los sitios”.
Alvarado, nacido en Gran Canaria, está vinculado al territorio desde que realizó el MIR en Bellvitge en la década de los ochenta. Cuando acabó la residencia, estuvo como interino en Camps Blancs y, luego, con la convocatoria de primeras plazas públicas, sacó la de Molí Nou. Era 1989. “Desde entonces estoy aquí”. De hecho, es el director del CAP desde 1998. Aunque vive en Barcelona, es parte del barrio: “Llevo tanto tiempo atendiendo a esta población que formo parte de este núcleo urbano. Mientras que en Barcelona es todo más impersonal, aquí todo tiene un acento de proximidad muy importante”. III