El 7% del incremento de la plantilla docente que, el pasado viernes, anunció la nueva consellera d’Ensenyament, Clara Ponsatí, estará reflejado también en el curso 2017-2018 del Baix Llobregat que hoy ha presentado la directora de Serveis Territorials d’Ensenyament, Núria Vallduriola. Según los datos oficiales, el Baix Llobregat contará con casi 8.000 dotaciones para el nuevo curso escolar; en concreto 7.988, lo que representa un aumento de 523 (7%) respecto a las 7.465 del curso pasado.
De esta manera, Serveis Territorials logrará mantener, prácticamente, el nivel de ratios anteriores que experimentan un ligero aumento pese al incremento del alumnado. De esta manera, habrá 332 grupos de P3 en toda la comarca con 7.613 alumnos, lo que deja una media de 22,93 alumnos por grupo, algo superior a los 22,85 del curso anterior. Lo mismo ocurro con la franja de primero de ESO: habrá 320 grupos con 9.304 alumnos o lo que es lo mismo 29,07 alumnos por grupo (en 2016-2017 fue un 28,63). Cabe matizar que estos niveles son mejores que los de 2015-2016 que se cerraron en un 24,29 y 29,10, respectivamente.
En relación con las matriculaciones, Serveis Territorials espera un incremento de 2016 alumnos respecto al pasado año, un aumento que se dará fundamentalmente en la Educación Secundaria Obligatoria. La también conocida como ESO contará con 2.232 alumnos más (35.762 en total), mucho más que Educación Infantil, que contará con un ligero aumento de 69 alumnos (23.275). Por su parte, Primaria perderá alumnado con una bajada de 234 jóvenes (53.638). “Tenemos la ESO muy llena: ha aumentado en número de alumnos y en grupos y, por tanto, la ratio no es tan generosa como en el caso de P3”, ha dicho Núria Vallduriola durante la presentación a los medios comarcales del Baix.
Conocedores de la convocatoria, días atrás hablamos con un docente con el que ya habíamos estado en contacto en anteriores ocasiones. Esta vez, y a diferencia de cursos pasados, ha sido designado en verano y ha podido empezar este 1 de septiembre –con las ventajas de adaptación que conlleva- y, por tanto, antes que los alumnos, que se incorporan el próximo 12 de este mes.
Es, sin duda, otra de las mejoras de este nuevo curso: 3.808 docentes fueron adjudicados durante el verano para las vacantes correspondientes (un 98% del total, frente al 95% del curso pasado). Y a finales de agosto se designaron el resto de jornadas (mitades, tercios o sustituciones) con lo que en septiembre están ya adjudicadas el 99% de las dotaciones, balance mejor que el del año pasado (faltaba un 2% por adjudicar). Por otro lado, según Serveis Territorials, las incidencias de duración superior a siete días serán cubiertas desde el primer día y las sustituciones comenzarán a cubrirse desde el 1 de septiembre, dos novedades respecto al pasado curso: “Por todo, esperamos que sea un inicio de curso muy tranquilo y positivo”.
Sentencia Guinovart: “No nos gusta”
Una de las cuestiones que ha marcado este inicio de curso es la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que, a petición de una treintena de padres del colegio Josep Guinovart, obliga al centro a impartir un 25% más de clases en castellano. Vallduriola considera la medida innecesaria: “No nos gusta lo que está pasando en el caso Guinovart porque entendemos que la respuesta educativa que se está dando en ambas lenguas es la apropiada. Por tanto, aumentar las horas de castellano es innecesario. No nos da miedo que el caso se pueda extender, puesto que creemos que es una situación muy especial. Aplicaremos las medidas provisionales que nos den nos guste o no; ésta es la norma y la aplicaremos”.
Por otro lado, la directora de Serveis Territorials añade que realizarán una labor de acompañamiento de la dirección. En este sentido, la institución comarcal ha presentado hoy los resultados académicos en castellano y catalán. Según los resultados de competencias básicas, los alumnos del Baix han mejorado la nota, precisamente, en lengua castellana con una media de 78 (76,3 en 2015-2016), mientras que bajan en catalán: 74,5 en 2016-2017 frente al 76,1 del pasado curso. Unos datos que corresponden y que son similares en la media catalana.
Más barracones
Desde los años de crisis, las necesidades de ampliación de los centros educativos se han ido resolviendo a través de barracones o eufemísticamente denominados módulos prefabricados. De hecho, hay centros que están íntegramente en funcionamiento gracias a estas unidades de plástico. Este curso no solo no se reduce el número, sino que se amplía ligeramente: de 62 módulos se pasa a 68, ampliando de 15 a 16 los centros formados completamente por barracones: “Lo mejor para la escolarización es un edificio. Nos gusta el tocho y hacer los colegios como se merecen”, ha dicho Vallduriola. “Sabemos que hay módulos que en dos o tres años no harán falta. Pero no es tanto decir los módulos que tenemos y las construcciones que necesitamos, sino hacer una mirada en los institutos y ver la perspectiva que hay en los próximos siete años; y en eso estamos este año. De tal manera que las construcciones o ampliaciones que hagamos en lugar de los actuales módulos, a partir de acuerdos de Gobierno, hagan falta en los próximos siete años y se consoliden como edificio”.
En este sentido, Vallduriola considera que la Generalitat “ya ha abierto mucho el grifo en cuanto a obras”, a diferencia de cursos anteriores. En total, la Generalitat invertirá 3,75 millones de euros en nuevas construcciones o grandes ampliaciones (Colegio Cau de Guineu de Corbera y Instituto Colegio Gavà Mar); licitará la ampliación del Instituto Montpedrós de Santa Coloma de Cervelló; y realizará pequeñas actuaciones de mejora en decenas de centros con una inversión total de casi tres millones de euros (2.981.749 €).