Opinió

La testigo de un suceso

Lluis M Estruch | Lunes 04 de diciembre de 2017

Carmen Esteban, diplomada de Empresariales y de origen segoviano, empezó a trabajar en Barcelona a los 17 años en la Clínica Platón, en control de costes, hoy realiza parecida misión, pero en un sector de constantes altibajos que es el de la construcción, empleada siempre a pesar de las cíclicas crisis de actividad laboral.



Tiene tiempo para cursar Políticas en la UNED y ser concejal de Cs en la segunda ciudad de Cataluña, es decir: L’Hospitalet.

Carmen lleva los temas de control presupuestario opositor, en un Ayuntamiento socialista con 39 años de dominio pleno o circunstanciales coaliciones de apoyo, aún así hasta el día de hoy.

Es de natural optimista, pero llevaba largos meses en estado de doble alerta. El largo deterioro e inestabilidad social la afectaba como ciudadana común e incluso en su cargo observaba el confusionismo municipal que reducía el atractivo para la instalación de empresas y que por su trabajo, percibía en especial en el área metropolitana. Los últimos acontecimientos de paros, manifestaciones, tensiones institucionales y de enfrentamientos con repercusión exterior, la preocupaban cada vez más.

En un acto sectorial de turismo, en Montjuïc, constató el temor del sector hotelero y de restaurantes, por la caída de reserva y de las anulaciones posteriores - la angustia de explicarlo en público-, provocó las lágrimas de un importante afectado. Cuando pasan las horas y los días , sin clientes en locales de restauración y con socios como los Adriá, o los Messi, es para preocuparse, sobre todo con créditos y ahorros invertidos. Los Hnos. Iglesias y Kike Sarasola coincidían en su temores. Máxime cuando la Colau hostiga que no ayuda. El domingo en un Tivolí atestado Rivera hijo de comerciantes, insistía en la afectación de los autónomos por el desgaste del “procés” y fue ovacionado por todos, también por Carmen.

La Esteban (autónoma) sabía bien de las trabas a los nuevos hoteles y de los bloqueos y huidas de inversionistas a lugares más gratos como por ejemplo Lisboa o incluso Atenas.

A pesar ello, siguió creyendo y hasta apostó a favor, de que Barcelona seguiría adelante en su carrera por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) que debía trasladarse por el “Brexit” desde Londres, ya meses antes, trascendió que los 890 empleados, votaron encantados por nuestra ciudad y su Torre AGBAR, con una planta/muestra acondicionada, para en tiempo breve ultimar el resto.

140 trabajadores estaban en ello, desde hacía tiempo -Merlin Properties-, la nueva dueña, la acondicionaba para oficinas, en lo que en principio debía ser un Hotel “Hyatt” de super lujo. Colau trabó el proyecto.

Ahora mientras recogía su bolso y se encaminaba a la salida, Carmen salió triste y afectada hacía L’Hospitalet, por la plaza de las Glorias que continuaba sus eternas obras.

Carmen Esteban tenía derecho a un rato calmo, y antes de tomar el metro se giró y miró hacia su actual puesto de trabajo y principal proyecto de su vida profesional, desde su origen: la Torre AGBAR ya descartada como sede de la EMA en la primera ronda.

¡Cuánto perdido!, por un nocivo veneno. Pero ya vendrían otros a calcular mejor y lamentarse por los perjuicios totales de lo extraviado, porque la especialidad de Carmen en la Torre AGBAR era esta simplemente: el control de costes.