El objetivo es reducir la emisión de gases contaminantes durante las estancias de los navíos en la infraestructura catalana
El incremento de la actividad logística y del número de cruceros que atracan en Barcelona ha hecho habitual la escena de los grandes navíos parados en el puerto de la ciudad condal emitiendo de manera ininterrumpida toneladas de gases contaminantes. Para hacernos una idea, Barcelona ha pasado de recibir 0,6 millones de cruceristas en el año 2000 a contar con más de 2,5 millones en 2015, lo que plantea un reto ineludible: el de la reducción de la contaminación que emiten mientras se encuentran, como decimos, atracados en la infraestructura catalana.
Con este objetivo, el Port de Barcelona ha presentado la primera conexión eléctrica para barcos a partir de un motor de gas natural que se ha colocado –tanto su unidad generadora como la de los tanques de GNL- dentro de un contenedor de 40 pies para que pueda ser fácilmente transportable e instalable en los puertos. De esta manera, la estancia, por ejemplo, del buque L’Audace en el Port de Barcelona, que dura unas cinco horas de media, evita la emisión de unos 27 kg de óxido de nitrógenos (NOx) con el punto de conexión eléctrica, lo que hace de este proyecto el principal del Plan de Mejora de la Calidad del Aire del Port de Barcelona.
Se trata de un proyecto piloto pionero en Europa que, en el marco del programa CORE LNGas hive, coordinado por Enagás y cofinanciado por la Unión Europea, busca, como decimos, reducir la emisión de contaminación emitida a partir de la actividad portuaria. En su favor, el proyecto representa una solución versátil y, sobre todo, eficiente a partir de bajos costes, lo que lo hace aplicable a cualquier barco y puerto.