Los nuevos datos de siniestralidad en Cataluña vuelven a dejar un balance desolador, sobre todo, en la demarcación de Barcelona. En total, 71 personas han perdido la vida tras un accidente en las carreteras de la provincia barcelonesa, 23 víctimas mortales más que en 2016. Esto representa un incremento del 47,91% de esta estadística.
Crece, de hecho, el número de accidentes mortales de 43 a 62. En ambos casos, las cifras se parecen más a las de 2010 que no a las del año pasado. En 2010 hubo, según el Servei Català de Trànsit, 86 personas fallecidas en 76 accidentes mortales en carreteras de la demarcación.
Por su parte, baja el número de personas heridas graves de las 458 a las 397. En 2017 fueron 503.
Por demarcaciones, Barcelona y Lleida (de 28 a 35 víctimas) empeoran las estadísticas de siniestralidad, mientras que Tarragona mejora sus datos (de 44 a 29 víctimas) y Girona repite las 34 víctimas mortales de 2016.
En total, 169 personas han fallecido en las carreteras catalanas, lo que representa un aumento del 9,7% respecto a 2016, año en el que murieron 154 personas. En comparación con 2010, bajan los datos un 31,3%. Aun así, es preocupante el repunte de la mortalidad, sobre todo, si conduces motos o bicicletas. Según el informe del Servei Català de Trànsit, que matiza que son datos provisionales registrados a las 24 horas del siniestro y siempre en zona interurbana, de las 169 víctimas mortales 46 eran motoristas y 11 ciclistas.