‘Misión imposible: alquiler asequible’. Con esta portada del número de septiembre, El Llobregat ponía sobre la mesa uno de los grandes problemas que se han agravado durante el año 2017 en el territorio: la burbuja inmobiliaria no deja de subir los precios tanto en Barcelona como en su entorno metropolitano, afectado por onda expansiva.
Muchos son los motivos: una mayor demanda que oferta; la cantidad de pisos vacíos en manos de entidades financieras; la influencia del sector turístico y la reserva de inmuebles para este público; así como, entre otros, la falta de viviendas de titularidad pública. Con todo, los precios han pasado a ser desorbitados tanto en compra como en el sector del alquiler, lo que obliga a buscar alternativas en la segunda corona metropolitana.
Como principal novedad respecto a años anteriores, este 2017 ha florecido las carencias de la política de vivienda de la Administración –de todas- que, lejos de solucionar la situación, ha exportado el problema del ámbito de compra al mercado del alquiler.
Y gran parte de la culpa es la falta de un parque de vivienda público destinado a alquiler social y, por tanto, con precios asequibles. Mientras en las principales capitales de Europa, cuentan con porcentajes de dos cifras, en el ámbito metropolitano no pasamos del 3%, con lo que prácticamente todo el mercado está en manos privadas.
De hecho, según trasladan equipos de Servicios Sociales y Cáritas, los desahucios en pisos de alquiler superan los de compra en algunos municipios, prueba de la gravedad del asunto. Se tiene que abordar de manera transversal, cambiando las estrategias tradicionales de las grandes administraciones, pero también con propuestas creativas desde el mundo local.
Año inerte en infraestructuras
La mejora de la situación económica no ha derivado en noticias optimistas en materia de infraestructura, más bien al contrario. El año 2017 ha sido un año inerte para los intereses del Baix Llobregat y L’Hospitalet que continúan pendientes de movimientos por parte de las grandes administraciones para desarrollar sus principales infraestructuras: el soterramiento de la red ferroviaria en L’Hospitalet y Sant Feliu de Llobregat; la autopista de camiones al Port de Barcelona; el Metro del Delta; el intercambiador de la Torrassa; el enlace de la A2 y AP7 en Sant Andreu de la Barca; o la famosa variante de la C-245 en Sant Boi. En este último caso, de hecho, más que avanzar, se ha dado un paso atrás al entrar la empresa adjudicataria en concurso de acreedores, lo que obliga a volver a convocar un nuevo proceso.
Sin miedo a subir los precios
Si esta semana vas a tomarte tu café con leche a tu bar habitual ves con algunos céntimos de más, porque seguramente habrá subido precios. El Índice de Precios de Consumo ha cerrado el año con una subida del 1,2%. En esta línea, la administración ha perdido el miedo a subir los precios de servicios básicos como el agua, así como otros como el transporte. En la última semana del año hemos sabido que la Agència Catalana de l’Aigua encarece en un 11,8% el agua en alta, es decir, el agua que las suministradoras compran a Aigües Ter-Llobregat (ATLL) para el consumo final del usuario. Se estima que esta subida podría encarecer la factura de un recibo medio en un euro al mes, algo que, en cualquier caso, dependerá del volumen de agua que compren estas compañías suministradoras de Barcelona y su ámbito metropolitano.
En la misma línea, el transporte público metropolitano sube de media un 2%, lo que hace que la T-10 vuelva a costar más de 10 euros (10,20€). Los precios suben de manera generalizada en todas las zonas y títulos, con la excepción de la T-Jove y la T-Mes Bonificada. Estos incrementos han vuelto a generar los primeros movimientos de protesta de la hasta ahora paralizada ‘Stop Pujades’.
Entre los mejores aeropuertos de Europa
En términos económicos 2017 ha sido un buen año. Se sigue una tendencia positiva de crecimiento que, también, se refleja con un descenso del paro.
Según los últimos datos oficiales con los que contamos, el paro registrado del Baix Llobregat ha pasado del 12,9% en noviembre de 2016 al 11,3% en noviembre de 2017. Aun así, la excesiva temporalidad sigue siendo uno de los grandes males de nuestra economía. En cualquier caso, prueba del mejor estado de salud de la economía es el excelente año de Seat que, de nuevo, volverá a cerrar un ejercicio de récord. En noviembre ya había vendido más coches que en todo 2016.
Por su parte, el 2017 ha sido, seguramente, el mejor año de la historia del Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Con casi 50 millones de pasajeros, la infraestructura pratense es el aeropuerto de Europa que más crece en rutas intercontinentales y el séptimo con mayor número de pasajeros en el viejo continente. Además, por primera vez, ha entrado en el top-20 de los aeropuertos europeos que más mercancías transportan, mercado en el que todavía tiene mucho recorrido y que tiene que ayudar a desarrollar la conocida como Ciudad Aeroportuaria.
Todos estos datos hubieran sido, seguramente, mejorables de no haber sido por la inestabilidad política que ha afectado a Cataluña desde el 6 y 7 de septiembre y que ha tenido su punto álgido con la ‘proclamación’ de la República en el Parlament en octubre. Si hasta ahora la Política determinaba la Economía, se ha comprobado que la Economía también tiene su parte que decir, más, en una situación de inestabilidad e inseguridad jurídica.
Empieza la precampaña municipal
2018 es el último año íntegro del mandato político municipal que ya ve como se acercan las próximas elecciones municipales, convocadas para el 9 de junio de 2019 (haciéndolas coincidir con las Europeas). Así, pues, como es habitual, tras medio mandato de planteamientos y puesta en marcha de grandes proyectos, ahora, es momento de concretar y llevar a la calle el papel.
Unas municipales que serán, seguramente, las más emocionantes de los últimos años dado el actual contexto político. Todavía con la resaca de las elecciones autonómicas y conocidos también los resultados de las Generales, la realidad es que los partidos emergentes tienen la capacidad de asaltar, más que nunca, alcaldías tradicionalmente en manos de un mismo partido.
La candidatura de ‘En Comú Podem’ fue primera fuerza en todos los municipios del Baix en las Generales de 2015 y trabaja para llevar la política de confluencia a la política municipal en donde cuenta con enclaves históricos como El Prat o Sant Feliu; mientras, Ciutadans ha dado la campanada en las últimas autonómicas y ya cuenta con equipos municipales importantes como son los de L’Hospitalet (principal partido de la oposición) o Sant Andreu de la Barca, municipio en donde entraron en el equipo de gobierno del PSC.
Tendrán el reto, como decimos, de extrapolar sus propuestas al ámbito local con equipos y liderazgos más solventes que en 2015, frente a las alcaldías tradicionales que tendrán que demostrar en lo que queda de mandato su liderazgo y mano desde el poder local. En las grandes ciudades, en general, el PSC, y en los pequeños municipios el PDeCAT que ve como ERC puede ganarle, de nuevo, terreno de una manera importante. III
Anuario El Llobregat: Así llegan los municipios al nuevo año 2018
Para conocer cuál es el punto de partida de cada uno de los municipios del Baix Llobregat, igual que hicimos el año pasado, El Llobregat ha llevado a cabo una entrevista común a todos los alcaldes y alcaldesas del territorio. Desde el mes de septiembre y hasta los últimos días del año, hemos intentado recabar de manera insistente toda la información posible para que todos los municipios estuvieran representados. Estas entrevistas han sido publicadas íntegramente en el nuevo Anuario 2018 de El Llobregat que, desde este 5 de enero, ya puede encontrar en www.elllobregat.com.
En él han participado los alcaldes y alcaldesas de los siguientes municipios, a quienes agradecemos su colaboración: L’Hospitalet, Cornellà, Sant Boi, El Prat, Gavà, Vallirana, Sant Andreu de la Barca, Molins de Rei, Olesa de Montserrat, Esparreguera, Sant Just Desvern, Cervelló, Sant Esteve Sesrovires, Begues, El Papiol, Sant Climent, Collbató y Castellví de Rosanes.