(Foto: Lourdes López).
Lourdes López | Jueves 11 de enero de 2018
Si el vermut es el rey de los vinos aromatizados, el Museo del Vermut de Reus es el monarca de los museos dedicados a los licores. Lo sea o no -que no vamos a entrar ahora en valoraciones tan profundas- el Museo del Vermut de Reus sí es El Museo de la ciudad tarraconense. A él encaminan sus pasos los amantes de este brebaje recuperado para placer de las gargantas hipster en los últimos años. Tanto dentro como fuera de España hay muchos vermuts y, sin duda, muy buenos. Pero – no me lo negarán- Reus es cuna y tierra de algunos de los mejores vinos especiados del país.
Actualmente, tan solo tres casas elaboran vermut en la ciudad y son suficientes para dan a luz más de treinta marcas distintas. Los vinos especiados de Reus tiene prestigio en medio mundo. A la postre, una curiosidad: uno de los vinos tradicionalmente utilizados para la liturgia cristiana, el vi de misa (vino de misa), que beben curas y Papas –que de sibaritismo enológico saben un rato- lo elabora la bodega reusense De Muller. A uno se le despejan las dudas.
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