Añadida esta predisposición personal a los compromisos históricos del territorio, es momento de hilvanar la aguja y empezar a coser el Baix Llobregat y L’Hospitalet, desquebrajado todavía por vías y carreteras colapsadas.
Tras Montcada i Reixach, el titular de Fomento ha anunciado recientemente el soterramiento definitivo de las vías de Sant Feliu de Llobregat y pronto lo hará, previsiblemente, en L’Hospitalet. Ante tal promesa, solo podemos exclamar ¡Hágase, Sr. Ministro!
Estas infraestructuras son compromisos adquiridos y necesarios para la ciudadanía; reivindicaciones históricas a lo largo de toda la etapa democrática que, mientras se decía aquella de donde ‘dije digo, digo Diego’, morían vecinos del territorio en sus pasos a nivel.
Estas muertes se tienen que evitar, de la misma manera que se tiene que impulsar la red de Cercanías de Barcelona, que sigue inepta e insuficiente para las necesidades de la zona metropolitana, más en un momento en el que se incentiva el transporte público. En este sentido, el intercambiador de la Torrassa o el denominado también ‘ByPass’ de L’Hospitalet será fundamental para descongestionar Sants y dinamizar todo el sistema en beneficio de los ciudadanos.
Estos proyectos representan oportunidades de desarrollo económico y, sobre todo, bienestar social. No se entienden más retrasos en un momento de recuperación económica y no se entenderán más incumplimientos en el futuro como el que en este 2017 han tenido con los ascensores de la estación de Bellvitge.
Más ágiles
De hecho, sus promesas en relación con Sant Feliu y L’Hospitalet no son suficientes. La Administración central debería ponerse aceite ‘3 en 1’ en sus bisagras para convertir el monstruo burocrático en un ‘Velociraptor’, que lo que tenía de pequeño lo ganaba en velocidad.
De la Serna no puede errar como lo ha hecho en el barrio hospitalense, en donde se sigue incumpliendo la normativa de movilidad, pese a la visita en 2017 del Delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, en la que prometió a Núria Marín que en ese año empezarían las obras. Ya hemos quemado el primer mes de 2018 y L’Hospitalet sigue sin ningún calendario, pese a que, en el último Pleno Municipal, ni el Partido Popular se ha atrevido a abstenerse y a ir en contra de los intereses de Madrid.
De la misma manera, Sant Boi sigue a la espera de novedades para la variante de la C-245, un proyecto preolímpico; ¿por qué sigue parada la autopista de camiones desde Cornellà a la Ronda Litoral –su predecesora inauguró las obras sin llegarse a empezar a ejecutarse-, mientras se desempolva el proyecto de remodelación de la vía?; ¿para cuando el cuarto cinturón, el túnel de Vallirana, el enlace de la A-2 y la AP-7…?
¡Hágase, Sr. Ministro! ¡Hágase! III