Celestino Corbacho, una de las figuras históricas del socialismo en Cataluña, deja el PSC. Así lo ha comunicado a través de una carta formal al secretario de organización del PSC, Salvador Illa, y al primer secretario del partido, Miquel Iceta, en una decisión que plasma sobre el papel su distanciamiento político y personal con la dirección del partido, además, según ha trascendido, de por falta de reconocimiento por parte de sus compañeros socialistas.
Nacido en Valverde de Leganés (Badajoz) en 1949, Corbacho ha sido alcalde de L’Hospitalet desde 1994 a 2008, después del escándalo político que acabó con su predecesor, Juan Ignacio Pujana. Presidió la Diputación de Barcelona durante una legislatura y acabó siendo Ministro de Trabajo e Inmigración de 2008 a 2010 en la última etapa de Zapatero. Corbacho tuvo también su etapa en el Parlament de Catalunya desde el mismo 2010 a 2015, año en el que abandona todo cargo orgánico dentro del partido.
“Yo no he vetado a Corbacho”
Había presidido, de hecho, el Consell Nacional del PSC, órgano que controla la acción de la Comisión Ejecutiva del partido, en la que precisamente ha ido ganando peso con Miquel Iceta, Núria Marín, actual alcaldesa de L’Hospitalet y secretaria adjunta a la Primera Secretaría del PSC y con la que tampoco mantiene una buena relación. Marín niega tener nada que ver en la renuncia de Corbacho: “No he vetado nunca a Corbacho ni a ningún compañero”, nos dice. “Corbacho ha sido un excelente alcalde, con el que he formado parte de su equipo hasta que se fue de ministro. Respeto su opinión y pocos comentarios tengo que hacer, porque tampoco sé muy bien a qué se refiere cuando dice que se ha sentido apartado o poco valorado. Si estamos hablando de sensaciones, es muy complicado entrar a valorar porque cada uno tiene las suyas”.
Corbacho dejó claro en El Llobregat su distanciamiento con Marín con estas declaraciones: “Para gobernar el presente sirve cualquiera, pero siempre he sostenido que un político ha de tener una política de anticipación” […] “A Núria Marín la puse yo. No es alcaldesa porque ganara unas primarias, sino porque tuvimos que elegir a alguien en 24 horas” […] “Creo que mi sombra ha sido siempre muy alargada y que Núria ha intentado alejarse de la sombra del ciprés. No sé si lo ha conseguido o no, pero a veces se dedican muchas energías a eso y al final los resultados son pobres”.
Por su parte, reconoce que no hablan habitualmente –la última vez, algún intercambio de mensajes en noviembre-, pero que no ha pasado nada concreto a nivel privado, simplemente, se han distanciado: “En el momento que él da el paso como Ministro y yo ocupo la Alcaldía, eso hace que la relación diaria se fuera distanciando. Luego, desde que se jubiló y se fue a vivir fuera de L’Hospitalet, tampoco hemos tenido relación, pero recrearse en eso es absurdo”, apunta, tras reconocer su valor como patrimonio de la ciudad: “Corbacho no es alguien a quien ha perdido la ciudad, forma parte de su historia y continuará siendo patrimonio con una acción importante y positiva para L’Hospitalet”.
Futuro incierto
Ahora la duda es saber qué hará Corbacho. Según la reciente entrevista a El Llobregat, Corbacho dejaba claro que no se retiraba: “No pienso jubilarme ni dimitir nunca de la política. Lo digo para aquellos que alberguen esperanzas de pensar que Celestino Corbacho hay que verlo ya en la tercera edad gloriosa. Sigo la política cada día con mucho interés”. De hecho, los rumores no han tardado en llegar, y Ciutadans de L’Hospitalet podría ser uno de sus destinos. Es sabido, tal y como reconoce Miguel García, líder del partido local de Ciudadanos, que mantienen una relación de amistad que va más allá de la política.
Sin embargo, según fuentes cercanas a su figura, se hace difícil de entender que vuelva a la política local. De hecho, según hemos podido saber, las directrices de liderazgos de la dirección nacional de Ciutadans pasa por candidatos nuevos, más bien jóvenes y, como se dice coloquialmente, “sin mochilas” en política. Otra cosa sea que apueste por un lugar a nivel nacional –podría ser el Senado- entendemos que con Ciudadanos. Es más, su mujer, con la que mantiene una relación muy estrecha, ha asistido en varias ocasiones a actos de campaña del partido naranja. Por su parte, de momento, Miguel García niega cualquier contacto con él en este sentido y se afianza como candidato para las municipales de 2019 arropado, de manera continuista, con su equipo.
Tras el auge del partido naranja –partido que ha adoptado a muchos ex del PSC- en las autonómicas y convencidos de que Corbacho no abandonará la política, todos los rumores han apuntado a la posibilidad de que el ex alcalde de L’Hospitalet y ministro con Zapatero pudiera disputar la alcaldía a Núria Marín.
De momento, la agrupación local de Ciutadans lo niega absolutamente. “Ni Corbacho ha llamado a las puertas de Ciudadanos ni nosotros hemos llamado a la suya”, dice Miguel García, concejal y portavoz de C’s L’Hospitalet, que alaga la figura del ex edil.
“Yo seré el próximo alcalde”
“Es una persona muy importante con la que tengo una relación de amistad que va más allá de la política y que valoro mucho su trabajo en esta ciudad. Un valor como Corbacho nunca se tendría que desaprovechar como ha hecho Núria Marín: fue un grandísimo alcalde, puso esta ciudad en el mapa e hizo proyectos muy importantes”.
Pese a ello, García marca terreno y apuesta por la continuidad de su equipo con él al frente en las listas de las próximas municipales. Así de contundente niega que Corbacho pueda ir en la candidatura: “El que va a liderar este proyecto para llegar a la Alcaldía va a ser Miguel García, no le quepa duda. No se trata de buscar líderes cuando ya tenemos un camino andado. Tuve mis dudas, pero viendo cómo funciona la ciudad, ahora tengo la firme determinación de que seré el próximo alcalde de L’Hospitalet. A Corbacho lo escucharé, si él quiere, por su valor y su experiencia. Eso no quiere decir que tenga que estar en las listas, ni de número uno ni de número cinco”.
Más bajas en el PSC
De hecho, García considera que Corbacho no ha dejado el PSC para alinearse con otro partido, tampoco Ciudadanos, sino que se trata de desavenencias con la dirección del partido y un cúmulo de circunstancias: “No me cabe en la cabeza que sea así”, exclama García.
Un distanciamiento que, según cree el líder de Ciudadanos en la ciudad, hará que otros dirigentes y militantes del PSC abandonen el partido. Por su parte, mirarán con lupa a los que piquen a su puerta: “A nosotros, últimamente, nos salen muchos novios, pero no queremos que aterrice la gente aquí por ser ahora una oportunidad política.
No queremos que haya paracaidistas. Estamos dispuestos a escuchar a todo el mundo; otra cosa es que quieran cargos”. III