Si pasaran, en una de las sesiones, por el paseo central del campus del Baix Llobregat de la Universitat Politèctica de Catalunya, en Castelldefels, se podrían encontrar con un buen número de jóvenes tirando huevos desde un cuarto piso. Sí, huevos. Lo mejor es que algunos no se rompen. Porque, en realidad, se trata de una de las prácticas del programa Marte XXI que sirve de metáfora de la entrada de un cohete en la atmósfera de la Tierra.
La UPC, en colaboración con la Diputació de Barcelona, celebra este 2018 su décimo año impulsando desde el Baix Llobregat el conocido proyecto Marte XXI, en el que alumnos de secundaria obligatoria de tercero y cuarto de la ESO estudian cómo sería posible ubicar una colonia en el planeta rojo.
Más que aprender, motivar
Fundado en 2008 y con dos ediciones por año, Marte XXI ha llevado a cabo del 22 de enero al 2 de febrero y del 26 de enero al 8 de febrero dos nuevas ediciones en las que han participado nueve municipios (Castelldefels, Viladecans, Sant Boi, Vallirana, Sant Vicenç dels Horts, Sant Just Desvern, El Prat, Gavà y Sant Feliu de Codines) y 38 centros educativos: “Lo que hacemos es llevarlos a la universidad para que hagan la vida más cercana al entorno universitario”, explica Teresa San José, técnica de promoción y relaciones externas.
De hecho, el objetivo, más que académico, es motivador. Por ello, los centros participantes son los que seleccionan a sus alumnos que tienen capacidades académicas, pero que cuentan con una falta de confianza, timidez o motivación, entre otras cuestiones, y que, por tanto, peligra la continuidad de sus estudios: “No es que queramos que salgan de aquí pensando que serán unos grandes ingenieros. Queremos que se den cuenta de que son capaces de estudiar, de motivarse por las cosas. La universidad y la Formación Profesional es abarcable y tienen muchas capacidades para llegar. Que no se cierren en sus estudios, porque ahora estén desorientados”, dice San José.
Los estudiantes participan, según una encuesta previa sobre sus inquietudes, en distintos grupos de trabajo que analizan cuestiones concretas que tienen que ver con la vida en marte: Lanzamiento, navegación y aterrizaje del cohete; Comunicaciones entre Marte y la Tierra y en la misma colonia; Sensorización y monitorización de la nave; Robótica; cuestiones de Medio Ambiente, Clima y Sostenibilidad; Sistemas de producción y consumo de energía; Obtención, distribución y consumo de agua; y diseño y construcción de la colonia.
Más de 1.700 jóvenes
En total, nueve grupos que trabajan por separado en las primeras sesiones, pero que tendrán que hacer unas conclusiones propias y plantearlas conjuntamente con el resto, al final, en el llamado MiniPlenario: “Lo importante es que pregunten; que no frenen su imaginación; pero, sobre todo, que se respeten; que vean que hay distintas maneras de trabajar una misma cuestión; que aprendan a trabajar en equipo, con otros compañeros y en distintos entornos”.
En esta ocasión, participarán un total de 225 alumnos de secundaria, cerca del récord de participación del año pasado (240 estudiantes). Así, cuando acaben estas dos nuevas ediciones, ya habrán trabajado en conquistar marte más de 1.700 alumnos. Lo bueno es que muchos de aquellos alumnos que estrenaron el programan ahora ya han acabado su carrera o grado, tal y como les consta a los impulsores del programa. Esta terrenal meta superada es, de momento, el gran logro y éxito de sus carreras académicas. Quien sabe, en cualquier caso, si dentro de diez años son ellos quienes pongan en práctica su colonia en Marte. III