El salón de plenos lleno tanto por entidades ciudadanas, grupos políticos –todos excepto PDeCAT, ERC y CUP de L’Hospitalet- como por profesionales de la prensa de todos los ámbitos y plataformas escenificaron las ansias por conocer el proyecto de Fomento en relación con la red ferroviaria de L’Hospitalet, sin duda, la gran asignatura pendiente del Estado con la ciudad. Una expectación venida arriba después del rifirrafe institucional entre el titular del ministerio, Íñigo de la Serna, y la alcaldesa de la ciudad, Núria Marín, en las últimas semanas.
Una tribuna crítica de la edil con el Gobierno del Estado por sus reiterados incumplimientos enfadó a De la Serna que no dudó en hacer público su enfado, precisamente, el día en que supuestamente se tenía que hacer la presentación del proyecto en L’Hospitalet: “Nos reuniremos con L’Hospitalet, el proyecto más complejo en comparación con Sant Feliu y Montcada, cuando tengamos esta solución técnica y, por tanto, es importante mantener la calma, ser respetuosos, actuar con lealtad y colaborar entre las administraciones. La utilización partidista de estas cuestiones no conduce a nada y lo único que puede hacer es que el que está al otro lado le cueste seguir trabajando si lo que va a recibir son palos cuando lo que ofrecemos es la mano tendida”. Unas palabras que, sumadas al retraso en el calendario, derivaron en un pesimismo entre las bambalinas de Alcaldía.
Pues bien, zanjados, según el ministro, los “flecos técnicos pendientes”, la visita a L’Hospitalet de De la Serna no ha servido solo para poner fin al culebrón, sino para abrir un nuevo camino de entendimiento a partir de un proyecto más ambicioso del esperado en relación con el soterramiento de las vías de la ciudad; la creación del tan reivindicado intercambiador de la Torrassa; y con la guinda inesperada de la remodelación de la estación de Bellvitge y la colocación de los ascensores. Tres proyectos que, además, han sido blindados gracias a la habilidad de la alcaldesa de la ciudad, Núria Marín, de pedir un convenio de colaboración que ha sido aceptado por Fomento. Una noticia que, en general, Marín calificaba de “excelente” y que llenaba de satisfacción las mismas bambalinas por donde días antes solo se respiraba excepticismo.
Soterrar los dos ejes
En concreto, Fomento ha anunciado el soterramiento de 6 kilómetros de vías tanto del ramal R2 como del R4 lo que acabará con la brecha histórica de las infraestructuras ferroviarias tanto en el eje desde Vilanova como en el de Vilafranca.
De esta manera, Fomento suma en una misma actuación lo que la ciudad esperaba que fuera en dos fases y que, en concreto, permitirá soterrar las vías hasta pasada la estación de Bellvitge y hasta la altura del cementerio de la ciudad, cerca de la estación de L’Hospitalet: “Estamos cumpliendo un compromiso político que responde al Plan de Infraestructuras que el Gobierno del Estado presentó para Cataluña. Y lo que hoy presentamos aquí lo vamos a llevar a cabo”, ha comenzado De la Serna.
“No es un proyecto de integración al uso, no se trata solo de ver como se mejora la calidad de los vecinos. Es algo que va mucho más allá. Es una actuación ferroviaria y no solo urbanística. Y en el diseño final se plantean mejoras funcionales para mejorar la red de Cercanías, especialmente, con el Intercambiador de la Torrassa, que va a mejorar mucho la optimización de la red que tenemos en marcha, además de aportarle valor añadido”.
Con una inversión total de 608 millones de euros, más de 150 más que el aprobado en 2009, el plan prevé efectivamente el tan reivindicado Intercambiador de la Torrassa que permitirá ofrecer un servicio de mayor eficiencia y de calidad, al conectar tanto la R2 y la R4, como también las líneas de Rodalies con las correspondientes líneas de Metro (L1 y L9). Así, para pasar del eje del litoral al de montaña o viceversa no hará falta pasar por Sants y, entre otras ventajas técnicas, la línea del litoral (R2) podrá circular directamente con el eje de Plaza Catalunya, ahora imposibilitado: “El proyecto que presentamos es mucho más ambicioso e integral, que suma el soterramiento tanto de la R2 como la R4 y que hace posible que se lleve a cabo el intercambiador”.
Obras acabadas para el 2025
Según ha explicado De la Serna, el calendario previsto es iniciar las obras a principios de 2020 para acabarlas en unos 2025, fecha estimada la finalización de todo el proyecto. Ahora, el siguiente paso es poner en marcha el estudio informativo que se hará, de la misma manera que Sant Feliu de Llobregat, a través de Ineco, lo que acorta los plazos en unos cinco meses. De la misma manera, la inversión irá a cargo de los presupuestos de Adif. “Nos gusta el sistema el sistema ferroviario, pero tenemos ganas de perderlo de vista y que vayan por debajo. Que sirvan de punto de conexión y no de fractura”, ha dicho, por su parte, la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, que invitaba a reflexionar ya sobre los proyectos futuros que podrán albergarse en las franjas soterradas de las vías.
Incumplir saldrá caro
Pese a la cordialidad con la que ha transcurrido el acto -aunque no han faltado algunos ‘palitos’ mutuos que se han intercambiado los dos protagonistas del acto-, Marín ha recordado que la misma escena ya se ha producido antes. En concreto, Fomento y el Ayuntamiento firmaron un primer protocolo de intenciones a principios de siglo que, después, en 2008, en el marco de la llegada del AVE a Barcelona –justo cumple diez años- se volvió a prometer. Obviamente, sin pasar de aquí.
Para fiscalizar, pues, que esto será así, dada la desconfianza existente entre administraciones y con el histórico de incumplimientos, la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, ha arrancado al titular de Fomento el compromiso para crear una comisión de seguimiento que, de manera trimestral, fiscalice el proceso administrativo y de ejecución del proyecto y, segundo, y no menos importante, un convenio de colaboración en el que también estará representada la Generalitat: “Es una buena noticia que en otros momentos de la historia ya se ha anunciado, por tanto, entenderá que haya una sensación de escepticismo”, ha dicho Marín antes de valorar positivamente que De la Serna lo “haya interiorizado y haya sido sensible”.
Y es que, a diferencia del protocolo de intenciones, el convenio de colaboración es un documento administrativo y, por tanto, con valor jurídico. Así, pues, la ciudad podría recurrir vía contencioso-administrativo a la Justicia ante un posible incumplimiento por parte del Estado, que financia, a través de Adif, toda la obra. Algo que no se ha tenido en cuenta en el resto de municipios, entre ellos, Sant Feliu de Llobregat.
Los ascensores, en año y medio |
En paralelo, Íñigo de la Serna ha anunciado también el proceso de remodelación de la estación de Bellvitge que, como explicó El Llobregat, está pendiente, por un lado, de unas obras de mejora de las infraestructuras ferroviarias –competencia de Adif- y, también, de la mejora de la estación, fundamentalmente, con la instalación de los ascensores –competencia de Renfe-. Tal y como avanzamos, primero se tiene que avanzar gran parte de la actuación de Adif, para luego empezar con las de Renfe. En este sentido, De la Serna ha asegurado que este mismo mes de marzo se licita la actuación de Adif, que durará, unos 6-8 meses en llevarse a cabo, mientras que, según hemos podido saber, el plazo para tener los ascensores instalados sería de año y medio. Por tanto, el nuevo calendario se tiene que ubicar ahora en el último trimestre de 2019, justo antes de empezar las obras de soterramiento de las vías. III |
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