Después de un mes de asambleas, reuniones e, incluso, manifestaciones, los vecinos del número 113 de la Avenida Barcelona de Sant Joan Despí respiran más tranquilos por el futuro de sus alquileres. Porque los representantes de las 150 familias que viven allí y la nueva gestora del inmueble, Medasil Desarrollos, han llegado a un principio de acuerdo con el que aceptan subir los alquileres un 20% en los próximos tres años.
Esta era la propuesta que, tal y como avanzó El Llobregat, en el anterior número de marzo, plantearon los vecinos y que, de hecho, ha sido mejorada: “Hemos bajado del 23% al 20% real en tres años; en concreto, los alquileres subirán un 5% el primer año; un 4,6, el segundo; y un 9,09% el tercero”, explica Julio Jiménez, portavoz de los vecinos. De esta manera, un alquiler actual de 700 euros al mes pasará a ser de 735 en el primer año; 769 en el segundo; y 838 en el tercero.
Este preacuerdo, al que se ha llegado este miércoles con reuniones a última hora del día, se tendrá que ratificar en asamblea este domingo, aunque todo apunta que será que sí: “Estamos moderadamente satisfechos”, dice Jiménez, que reconoce que “es, como mínimo, asumible, en un proceso de negociación en el que no te puedes radicalizar a la baja”.
Por otra parte, la empresa mantiene su compromiso de arreglar todos los desperfectos que continúan en el inmueble fruto del tiempo de abandono al que estuvo expuesto durante la crisis económica. Más cuando, según hemos podido saber, este mismo miércoles hubo un intento de ocupación en el inmueble y, por tanto, los vecinos tuvieron que llamar a la policía para evitarlo.
En contra, los vecinos tendrán que pagar los gastos de gestión de los nuevos contratos, una de las principales diferencias en la negociación: “Se trata de unos 300 euros por contrato, algo que encontramos una barbaridad. Porque además tenemos que pagar el ITP, que es por ley, y la parte proporcional de la fianza al Incasòl. Es un punto que no romperá el acuerdo, pero que tenemos que matizar”.