La catedrática de Economía y directora de la Barcelona Graduate School of Economics, considera que el sector de la investigación e innovación es muy sólido en Cataluña porque se traduce en transferencia tecnológica
Teresa García-Milà, catedrática de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y directora de la Barcelona Graduate School of Economics, ha defendido este jueves ante los empresarios y directivos de la patronal AEBALL, el contrato único “porque la actual dualidad existente es un gran desastre”. La también vicepresidenta del Cercle d’Economía y miembro del consejo de administración de Banc Sabadell, ha asegurado ante los asistentes del Fòrum FemLlobregat “no entender por qué no se ponen de acuerdo, cuando los sindicatos deberían ser los primeros interesados en acabar con los contratos precarios”.
También en el campo laboral, la experta ha señalado que después de haber ganado competitividad mediante el ajuste de salarios o devaluación interna, “es hora de aumentar los salarios de manera acompasada al crecimiento de la productividad”. Argumenta que será la manera de seguir ofreciendo mejores productos, con más innovación, para consolidar la trayectoria actual y abrir nuevos mercados internacionales.
García-Milà, que es investigadora asociada del Centre de Recerca en Economía Internacional, ha subrayado la buena salud del sector de la investigación en Cataluña. Tras afirmar que “somos un polo de investigación e innovación sólido”, ha citado dos centros de fama mundial que están ubicados en L’Hospitalet y el Baix Llobregat: el IDIBELL, Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitche, y el ICFO, Instituto de Ciencias Fotónicas del campus de la UPC en Castelldefels. En ambos casos, la economista ha señalado que “hacen mucha transferencia en innovación”. A su juicio, la ventaja del sistema científico catalán es que “llevamos varios años de ciencia en la frontera, que ya se traduce en transferencia e innovación”.
Más productividad catalana
En su ponencia, la catedrática de Economía ha repasado las bondades de la “destrucción creativa” que en el sentido de Joseph Schumpeter ha provocado la recesión económica, porque aunque el coste ha sido altísimo, “necesitábamos un cambio para que la economía siguiera sólida”. Entre las ventajas, García-Milà ha destacado que las empresas se han reorganizado o reinventado, con una decidida apuesta por la exportación. La industria en el año 2010 ya anticipó la recuperación económica en Cataluña, hasta el punto de que la economía catalana lleva creciendo de forma sostenida desde el último trimestre de 2013.
A juicio de García-Milà, Cataluña es hoy más productiva que antes de la crisis, hasta el punto de que “hoy estamos por encima de la etapa previa a la recesión y hemos conseguido tener una economía con más solidez”. La experta ha subrayado que “Cataluña ha sabido gestionar la crisis desde el punto de ista empresarial y estamos bien preparados para continuar creciendo, sobre todo en exportaciones”.
No obstante, la catedrática de Economía ha señalado algunas incertidumbres, como la inestabilidad geopolítica y los actuales liderazgos mundiales, empezando por el “imprevisible” de Donald Trump en EEUU o el menos sólido de Alemania, aunque en este punto valoró como positivo “el cambio en la política económica que potencia la expansión, lo que nos puede ir bien porque los alemanes nos comprarán más productos y reforzarán nuestras exportaciones”.
Inversiones a la espera del “procés”
García-Milà valora la posición de la Barcelona metropolitana como la quinta ciudad europea en starups digitales, además de la potencia de la industria química, entre otros sectores. No obstante, la experta constató que “hay evidencias de inversiones extranjeras paradas y algunas que están previstas y que permanecen a la espera de que acabe la inestabilidad”. A su juicio, al no poder conocer cuál sería el contrafactual en el sentido de que no sabremos lo que hubiera podido pasar si no se hubiera producido el desafío independentista, “yo diría que creceríamos un poco más”. Sin embargo, la catedrática en Economía subraya que la crisis independentista no ha afectado mucho, “aunque hay cosas que están a la espera de ver si las decisiones no van en la dirección adecuada, con lo que perderíamos las oportunidades”.
Para l vicepresidenta del Cercle d’Economía, “la clasificación estadística entre industria y servicios ya no sirve” porque la franja no está bien definida, ya que muchas empresas crean otras de servicios. En cuanto a la formación profesional, constató la necesidad de desarrolladores informáticos “que deberemos traer de fuera, aunque nos cueste más caro”. Como solución, apunta la recualificación profesional de los parados y que se potencie la formación profesional