El viernes 11 se inauguraron los nuevos locales de Radio Sant Boi en los bajos de un edificio de Jaume I, que tienen importancia histórica para el socialismo local ya con 40 años en el poder municipal; allí en un local de la Cruz Roja habilitado como sala de actos, se celebró en 1977 el primer mitin autorizado socialista, perdón, -de la Federación socialista catalana del PSOE-, que fue un éxito total, tras unas semanas de megafonía ambulante y de la concienzuda labor de encartelada por todos los muros de la ciudad. Hoy este acto esta en zona de sombra hasta para el 'erudito' local.
La nueva emisora cuesta más de 500 mil euros de inversión y con el cableado de fibra óptica, la reconexión y antenado con la Casa consistorial aún nos ascenderá a mucho más.
Si bien se la sitúa en una zona “gafe” del conjunto comercial del cine Castellet, con concesión deficitaria y de la Escuela de Música con párking pendiente.
Se pretende reanimar la calle Jaume I con estas caras inversiones, tal vez…
El acto ha tenido aspectos protocolarios y festivos adecuados a la circunstancia y se ha recordado a uno de los pocos empleados bien conocido por los más de 30 colaboradores de la emisora: Damián Grima.
Insonorizada y climatizada la emisora no llegará a los 40º C de la antigua en cuyo desmontaje ha aparecido hasta amianto. Sí, en toda historia local hay zonas umbrías, como las luchas entre izquierdas en el Vilaboi de 1936 o la lucha de los “rabassaires” por mantener su autoventa hasta armados; aquí y ahora tras la fusión de las familias socialistas en el PSC-PSOE, de discurso único, prevalecen las realidades: es la primera emisora comarcal y una de las pocas que se mantiene emitiendo entre conexiones a cadenas públicas que le ceden programación; a pesar de sus bajos niveles de audiencia; a pesar de todos los pesares, mantiene plantilla, a su segundo director y sobre todo en los casi 40 años de poder socialista, su historia paralela, sorprende por su voluntad continuista sin variar, en su orientación como moderno pregonero del poder municipal.
Tanto es así que su programa taurino, el de mayor éxito, todo un hito de audiencia, podría ser suprimido al albur de presiones externas y del derrotero de la actual coalición sociocomunista.
Creemos que la emisora ahora orientada a la calle y con ventanales de grandes cristaleras, nos debería ofrecer un programa municipalista sin sesgo dominante que sirviera a los ciudadanos para informar e informarse como en otros lugares ya se está haciendo; voz y eco de tantas reclamaciones que con sordina nos llegan a los Plenos debilitadas y solitarias.
Radio Sant Boi no puede ser Radio S. Miguelito, la emisora que nuestro Ayuntamiento regaló a Nicaragua, ya casi una dictadura.
Que la nuestra sea la voz colectiva de todos los ciudadanos.