Con un blanco y negro muy conseguido, Philippe Garrel demuestra que es un cineasta singular, que sabe acercarse a la realidad sin truculencias, ni artificios, que sabe mostrar diferentes puntos de vista, enriquecedores.
Y todo eso, “Amante por un día” lo hace en tan solo 76 minutos.
El film arranca cuando tras de una ruptura, una chica de 23 años regresa a casa de su padre que es profesor de Filosofía en la Universidad. Allí descubre que éste tiene una relación con una joven de su misma edad. Los 3 vivirán días que cambiarán por completo sus vidas
Una de las grandes virtudes de esta gran película está en su reparto. Los 3 protagonistas están enormes, Éric Caravaca es el profesor, está impecable, igual que las dos chicas, Louise Chevillotte es la amante y Esther Garrel es la hija en la ficción, y también en la realidad, ya que su padre es Philippe Garrel. Todos dicen verdad en sus interpretaciones.
La película nos muestra el amor y las heridas que va dejando. Habla también de forma lúcida de la madurez y de las diferentes formas de relacionarse. Tiene unos grandes diálogos y muestra bien complicidades y secretos. La voz en off es otro elemento valioso, que aporta mucho, algo cada vez menos frecuente en el cine.
El film también sabe mostrar bien la sensualidad.
Quizá no estamos ante la obra magna de Philippe Garrel, un cineasta poco conocido en España y que me parece de los más interesantes, pero estamos ante una propuesta con gran encanto, quizá con un desenlace previsible.
José López Pérez
@JLPnosolocine
Lea el artículo completo en NoSoloCine.net