Caprabo y la Fundació Pasqual Maragall, que este año celebra una década de vida, han renovado su acuerdo de colaboració que mantienen desde hace un tiempo para luchar contra el Alzheimer. En concreto, la compañía ayuda en el desarrollo del Estudio Alfa (Alzheimer y Familia), que nació en 2012 y busca conocer los procesos previos a la aparición de la enfermedad para poder así diseñar tratamientos e intentar prevenirla o retardarla.
Este estudio cuenta con la participación de más de 2.700 voluntarios sanos de edades comprendidas entre los 45 y 75 años, en su mayoría familiares de personas que han desarrollado Alzheimer. Estos voluntarios se someten a un conjunto de pruebas durante años para evaluar sus capacidades cognitivas, realizar pruebas de neuroimagen y recoger datos sobre el historial clínico y hábitos de vida.
El estudio también busca determinar los factores de riesgo de la enfermedad y prevenirlos a base de hábitos de vida saludables.