La instalación de este crematorio estaba prevista en el contrato de concesión de 2005, que prevé que la obra se lleve a cabo en cualquier momento mientras dure la concesión. Pese a esto, el Ayuntamiento de Molins no ve con buenos ojos un proyecto que considera "sobredimensionado".
Además, señala que el horno crematorio está demasiado cerca a zonas residenciales, y que entiende que tendría que estar a más de medio kilómetro de las casas.
Por otra parte, el consistorio recuerda que el municipio forma parte de la Zona de Protección Especial (ZPE) de Ambiente Atmosférico, un hecho que "espera que tenga en cuenta la Generalitat" a la hora de redactar el informe preceptivo sobre las emisiones.
No obstante, desde el Ayuntamiento ven "difícil" frenar su instalación, pese a que, tal como asegura, está analizando "todas las posibilidades legales y buscando alternativas" al proyecto de crematorio realizado por la concesionaria. En este sentido, también recuerda que el informe vinculante final ha de venir desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), por lo que el margen de actuación del consistorio "se reduce de forma muy importante", aseguran.
El consistorio también defiende que, pese a no ver bien el proyecto, ha llevado a cabo todos los pasos establecidos por la ley en estos casos. De hecho, hace poco tiempo recibió un informe del AMB autorizando la tramitación de la solicitud del proyecto y ahora ha sometido al expediente a información pública, para que vecinos y entidades puedan hacer las alegaciones que consideren. El plazo se ha ampliado hasta el 17 de septiembre.
Próximamente el consistorio organizará una reunión con los vecinos para explicar el estado de este proyecto y recoger sus opiniones.