Apenas 9 meses faltan para que los vecinos puedan volver a tener la palabra, recuperen el control sobre sus gobernantes y tengan el poder de decidir si nuestra ciudad debe continuar como hasta ahora, o por si de lo contrario, merece la pena dar un giro radical al desgobierno que ha imperado durante más de tres largos años en Castelldefels.
La verdad es que el cúmulo de despropósitos se han ido sucediendo constantemente, comenzando por un pacto de 10 formaciones políticas (en 5 candidaturas distintas) que se trocearon el poder de la ciudad con el pretexto de expulsar al legítimo ganador de la alcaldía de la ciudad. Ahora todos recordamos con amargura el día en que esos gobernantes se olvidaron de los vecinos para incluirnos en la AMI (Asociación de Municipios por la Independencia) o el día que se “iluminaron” para municipalizar el servicio de la limpieza. Por cierto, un servicio que cada día nos sale más caro, sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de suciedad y basura que hay por todos los barrios de Castelldefels. Nula planificación, exceso de improvisación e incapacidad de liderazgo y gestión al frente del consistorio y de la empresa municipal que han convertido la suciedad en uno de los principales problemas de los vecinos.
A todo esto, el gobierno municipal ha dado luz verde a la licencia de obras del controvertido proyecto de urbanizar y hacer pisos en el entorno del Castillo, destruyendo uno de los principales pulmones verdes de la ciudad. De nada han servido centenares de quejas, manifestaciones y lucha vecinal durante el verano. Pero el vecindario no olvida y la batalla por reivindicar ese espacio verde parece que seguirá.
Un gobierno, además, empecinado en malgastar el dinero de los contribuyentes, que pretende gastarse casi 2 millones de euros en poner un carril bici y suprimir un sentido de circulación en una de las principales arterias de la ciudad como es la Av. de la Pineda, dejando sin paso a más de 5.000 vehículos que pasan cada día por ese tramo.
Un gobierno local que tiene a más de 40 trabajadores del Ayuntamiento padeciendo la enfermedad de lipoatrofia y que no pone soluciones.
Ahora es el momento de comenzar el cambio. Es vuestro momento, y por ello, cuento desde ya contigo para hacer que Castelldefels vuelva a ser una ciudad de primera.