Resulta evidente comprobar que muchas de las páginas web visitadas recaban datos y reconocen al cliente cuando accede a la misma página. Los responsables de recoger esa información son los llamados “scripts de reproducción de sesión”, que son aplicaciones utilizadas por las empresas para elaborar un perfil de los usuarios.
Dichos scripts no se ejecutan en la totalidad de las páginas, ya que los incluyen con mayor frecuencia en aquellas donde se introducen contraseñas, detalles de la tarjeta de crédito o datos médicos. Así, son capaces de grabar o identificar los movimientos que realiza el usuario.
Esos programas se utilizan principalmente en el sector del marketing digital para confeccionar perfiles de usuario de manera anónima, y determinar si la web funciona o analizar el tipo de cliente que navega.
A través de la visita a una web aportamos una gran cantidad de información, como la versión y navegador de acceso, el sistema operativo y dispositivo de acceso, la dirección IP utilizada, etc.
Asimismo, en otras ocasiones la finalidad es identificar el tipo de usuario que accede a la web o cuantificar los accesos a la misma. En ese caso, las “cookies” se encargan de detectar cada vez que entramos, y comprobar si se trata del mismo usuario que estuvo interesado previamente en el contenido incluido en dicha página.
Un recurso para impedir que la información se almacene consiste en bloquear esos scripts, mediante extensiones que se añaden al navegador. No obstante, en ese caso las webs indican al acceder que debe deshabilitarse el programa que bloquea los scripts, porque en caso de no hacerlo será imposible navegar en esas páginas.
Además, existen extensiones en el navegador para notificar a las webs que no queremos ser rastreados, limitar la publicidad o establecer la navegación segura por el protocolo https.
Entre las acciones frecuentes a realizar se aconseja limpiar el historial y las cookies del navegador para impedir que se obtenga la información no deseada por parte del usuario.
El estudio mencionado pone de manifiesto la existencia de cientos de páginas digitales que realizan por sistema un seguimiento de cada movimiento del usuario, e incluso el registro de la información cumplimentada en un formulario antes de ser enviado el mismo.
El problema principal radica en la exposición al robo de identidad o fraudes online, que representa uno de los principales frentes abiertos en lucha contra la delincuencia a nivel internacional.
En definitiva, se concluye que existe un gran negocio vinculado al rastreo de datos que vulnera las normas sobre la privacidad de los clientes. Sin embargo, quienes implementan las páginas digitales sostienen que la finalidad es mejorar la experiencia del usuario para ofrecerle la información de forma selectiva y adecuada a sus intereses.