Las iglesias evangélicas de l'Hospitalet han dicho basta. A pocas horas del día más importante del cristianismo, estos colectivos religiosos mueven ficha y se hacen ver. Ayer por la tarde, ante la cancelación de una reunión que tenían con el concejal de Bienestar Social Jesús Husillos, se echaron a la calle -en concreto, ante el mismo Ayuntamiento- para protestar por lo que definen como "extrema discriminación" a la hora de poder llevar a cabo su actividad. Destacan, por encima de todo, una presunta "discriminación" a la hora de obtener licencia de apertura de centros de culto. De hecho, de las más de 60 iglesias de esta fe existentes en la ciudad, tan solo nueve diponen de licencia de actividad.
En este sentido, la normativa municipal prohibe instalar centros de culto que colinden con viviendas, según se indica en el Capítulo II del Plan especial de establecimientos destinados a culto, aprobado por el Pleno en septiembre de 2013. Desde entonces los nuevos centros religiosos que quieran instalarse en la ciudad no lo pueden hacer pared con pared con pisos, ni a un radio de 100 metros de otro similar. "Este plan adapta la legislación a la realidad de L'Hospitalet, donde teníamos suspendida la concesión de licencias desde 2011", explicó por aquel entonces el primer teniente de alcalde, Francesc J. Belver. Ese mismo reglamento establece que los centros de culto se podrán ubicar en terrenos que rodean los polígonos industriales, pero no en su corazón. Un auténtico encaje de bolillos para encontrar una ubicación que se adecue a la normativa.
Requisitos que para Miguel Ángel Alcarria, portavoz de la Plataforma de Iglesias Evangélicas de L'Hospitalet, los relega, "creando diversidad de restricciones", en declaraciones a esta publicación. Es por esto que la plataforma denuncia que el reglamento "vulnera el derecho a la expresión, a la práctica y a la libertad religiosa". Además, Alcarria critica la suspensión de la reunión de los evangélicos con Husillos "sin dar más explicaciones", cosa que provocó la concentración de ayer por la tarde ante el Ayuntamiento. El portavoz de las iglesias evangélicas explica a El Llobregat que un representante municipal bajó a verles y recogió una carta a la alcaldesa donde explican sus agravios. Además, hoy ha entrado una instancia con las mismas demandas, en la que expresan su "profundo lamento" por lo que consideran "falta de disposición" de la alcaldesa, Núria Marín, para recibirles y escucharles.
Reunión después de fiestas
Sobre la reunión que tenían que mantener los representantes de las iglesias evangélicas con el Ayuntamiento, fuentes municipales aseguran que tendrá lugar después de las Navidades y que no se celebó ayer jueves por "problemas de agenda del regidor". Un encuentro en el que, según las mismas fuentes, se abordará la situación en la que se encuentran los centros evangélicos de la ciudad y su adecuación a la ordenanza de centros de culto, sin dar más detalles sobre si se plantean llevar a cabo algú cambio en la misma.
¿Discriminados?
Las críticas de las iglesias evangélicas a la actuación municipal no se quedan ahí. De hecho, lamentan una "denegación sistemática" de la solicitud de permisos para el uso de la vía pública en celebraciones de "notorio arraigo social y de carácter cristiano", poniendo como ejemplo la Semana Santa o las Navidades. Aquí también expresan que se sienten discriminados respecto a otras confesiones "a las que sí se les permite hacer uso del espacio público".
Por otro lado, la plataforma pone de manifiesto unas presuntas "dificultades" a la hora de colaborar con los servicios sociales de la ciudad, dicen, "por el hecho de estar vinculadas a entidades religiosas de carácter protestante".