De cara a 2019 las infraestructuras siguen siendo una gran incógnita. Durante los últimos doce años, las distintas administraciones públicas han desatendido las necesidades de las infraestructuras de movilidad de la región metropolitana barcelonesa. Como consecuencia, según el último informe de la Cámara de Comercio de Barcelona, tan solo 5 de los 28 proyectos en total se han logrado ejecutar desde el año 2006 hasta 2018. No se sabe con certeza si en 2019 se logrará cambiar este rumbo, pero no cabe duda de que hay una necesidad clara de reactivación de los proyectos, algunos llenos de polvo en los cajones ministeriales o de la Generalitat.
El informe de la institución camaral, que se concentra en la evolución de los proyectos dirigidos a las infraestructuras viarias y ferroviarias, revela que, doce años después, sólo hay dos infraestructuras en funcionamiento en la red viaria -el tercer carril de la autopista C-32 y la Ronda Oeste de Sabadell- y tres en la red ferroviaria de cercanías -la prolongación a Terrassa, la prolongación en Sabadell y la ampliación de los FGC, denominado el Metro del Baix Llobregat-. Como gran éxito para el Baix Llobregat, a día de hoy, se cuenta con una línea de FGC que une directamente Olesa de Montserrat con la capital catalana y otra que une Barcelona con Igualada y Manresa a través de Martorell.
Por otro lado, menos positivo son los proyectos aparcado en la cuneta de la historia. En especial, en clave de nuestro territorio, el informe critica la red ferroviaria de Cercanías, visto que su número de usuarios registrados ha disminuido en los últimos años un total de 7,2%, mientras que el Metro ha crecido un 10,5%, los autobuses un 8,6% y las líneas de Ferrocarriles de la Generalitat un 8,1%. Por ello, desde la Cámara de Comercio se resalta la necesidad de “afrontar mejoras estructurales en la red de Cercanías, si se quiere ayudar más y mejor a combatir la congestión en los accesos metropolitanos de Barcelona.”
La B-40, el cuarto cinturón
Dentro de las infraestructuras viarias, el ejemplo más relevante de asignatura pendiente es la autovía orbital B-40. Se trata de una prolongación de la A-7. En cuanto esté finalizada, unirá Abrera con Mataró, atravesando las localidades del norte de Terrassa, Sabadell y Granollers. De momento, solamente se ha logrado finalizar e inaugurar el tramo entre Abrera y Olesa de Montserrat; Viladecavalls y Terrassa, y de Granollers a Mataró.
Según el informe de la Cámara de Comercio, existe un compromiso para la finalización de las obras entre Olesa y Viladecavalls. Sin embargo, queda pendiente el tramo entre Terrassa y Sabadell, el cual requiere un impulso importante mediante la redacción de un nuevo estudio informativo. Este proyecto supone una inversión estimada de 403 millones euros para la finalización total de la B-40.
Por lo general, en 2019 se deberá preparar una planificación previsible, razonada y razonable de inversiones en infraestructuras de movilidad, con fin de evitar que las obras se eternicen y que las actuaciones pendientes sigan frenando la competitividad territorial. Además, según la Cámara de Comercio, es esencial una mayor coordinación a nivel estratégico, ejecutivo y operativo entre las diferentes administraciones para garantizar la efectividad de las soluciones de movilidad en un contexto de creciente digitalización y automatización. III