Una vez agotada la herencia recibida, no solo presenta una falta total de proyecto para la ciudad, sino que muestra una dejadez en la gestión que lleva a la degradación de los servicios públicos.
Sin proyecto, el PSC de L’Hospitalet se ha abandonado a la improvisación. Es incapaz de planificar. El Plan de Inversiones Municipales de este mandato es papel mojado, apenas ejecuta un tercio de las inversiones presupuestadas, mientras tanto, Núria Marín deja que los equipamientos municipales se deterioren de forma alarmante para la seguridad de los usuarios, como hemos denunciado desde Cs respecto al Polideportivo de Santa Eulàlia. Es tal su nivel de improvisación, que Núria Marín gobierna a golpe de modificaciones extraordinarias de los presupuestos, casi 100 en el último año, llegando a utilizar esa fórmula, que es para gastos extraordinarios y sobrevenidos, para actividades tan periódicas y previsibles como la cabalgata de Reyes.
La dejadez del gobierno de Núria Marín alcanza todos los planos de la gestión municipal. En lo que llevamos de mandato, el gobierno de Núria Marín ha acumulado más de 100 expedientes de reconocimiento extrajudicial de obligación de pago, fórmula extraordinaria para pagar servicios que no se han contratado legalmente pero que se abonan para evitar un enriquecimiento ilícito de la administración. 15 millones de euros se han pagado saltándose todos los controles que establece la legislación sobre contratación pública sin que nadie asuma las responsabilidades.
Queremos pensar que se trata de mala gestión, pero también cabe pensar que es una forma para saltarse todos los controles legales para defraudar a la administración pública.
El agotamiento del gobierno de Marín es perjudicial para los vecinos. L’Hospitalet necesita un cambio regenerador con un proyecto que tenga definidas las prioridades para la ciudad y que tenga la energía para llevarlo a cabo. Cs lo tenemos.