Por primera vez no vamos arrastras en una revolución tecnológica. El área metropolitana de Barcelona, y en especial su lado sur que ocupamos el Baix Llobregat y L’Hospitalet, es en estos momentos la punta del cambio. Estamos en la mejor posición para liderar la revolución tecnológica al sur de Europa. Una revolución que transforma todo: desde las relaciones personales a la política y la industria.
Los cambios atravesados por la tecnología ya se están materializando en la incubadora de fabricación agregada o impresión en 3D que acoge a una treintena de “star-ups” en la sede del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (FZFB) como semilla de una transformación mayor. Efectivamente, el delegado especial del Gobierno en el CZFB, Pere Navarro, ha anunciado una inversión de cien millones de euros para levantar en ese polígono “una fábrica de oportunidades” tecnológicas para la industria 4.0. Se trata de una revolucionaria nave tecnológica de más de 72.500 metros cuadrados que aspira a convertirse en el referente de la innovación en el sur de Europa.
La primera fase de esta iniciativa, bautizada como DFactory, empezará a construirse este año con un primer espacio de 17.500 cuadrados que se estrenará en 2020. Y en una segunda fase se ampliarán las instalaciones hasta alcanzar la extensión total de 72.500 cuadrados. La imagen de esta “fábrica de oportunidades” será disruptiva, pero conservará algunos elementos industriales y modernistas con el objetivo de no perder los orígenes. En su interior se alojarán iniciativas tecnológicas, laboratorios y “start-ups” de negocios digitales, con especial énfasis en la robótica y la movilidad.
Navarro señala que el proyecto DFactory, situado en el corazón de la Zona Franca, generará muchas oportunidades para nuestro territorio, “porque al margen del beneficio económico, es importante el beneficio social”. Y en ese punto, subraya que es fundamental la colaboración entre instituciones y empresarios con vocación de servicio público, en la línea del modelo de colaboración público-privada barcelonés.
El concepto de industria ha cambiado enormemente. En la primera revolución, las fábricas se colocaban fuera de los ámbitos urbanos. Ahora, con la industria 4.0 se produce un retorno a las ciudades. Navarro avanza que el segundo cambio de esta revolución es la manera de fabricar, con una logística diferente. Hasta el punto que se pueden fabricar bajo demanda piezas mediante las impresoras 3D, y hacerlo en el mismo lugar donde se necesiten. Piezas que serán utilizadas en el mundo de la sanidad, por ejemplo, y en los bienes de equipo. Será un nuevo mundo. Y está naciendo aquí al lado.