El centro de menores de Can Rubió, en Esparreguera, vuelve a estar en el ojo del huracán. Y es que el Ayuntamiento ha enviado una queja formal al consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, y a la DGAIA -organismo responsable del centro- pidiendo explicaciones sobre las situaciones de violencia que viven los trabajadores del centro. En declaraciones a Ràdio Esparreguera, el representante de los trabajadores, Joaquín Seisdedos, además, ha alertado de "falta de recursos" que les impide "llevar a cabo una tarea mínimamente educativa" con los jóvenes allí residentes.
Por su parte, la regidora de Servicios Sociales, María Vallejo, asegura que el Ayuntamiento está preocupado por esta situación y pide soluciones a la Generalitat. "Es lamentable la falta de información que tenemos", critica Vallejo también en declaraciones a la emisora municipal. De hecho, desde el consistorio reconocen que no tienen ninguna comunicación periódica con la DGAIA para conocer de primera mano qué pasa en Can Rubió.
Las quejas de los trabajadores se han intensificado desde que, hace un año, el centro pasó de ser un recurso terapéutico (CRAE) a uno de acogida para adolescentes con trastornos de conducta (CREI). Actualmente, Can Rubió acoge a una veintena de jóvenes con graves problemas de conducta, aunque según han denunciado los trabajadores, el centro acoge también a menores para los que la justicia ha declarado libertad vigilada.
Preguntada por esta cuestión, la directora general de la DGAIA, Ester Cabanes, ha quitado hierro al asunto y ha dicho que este tipo de situaciones "aunque desagradables, son la tónica en estos centros tan especializados", en palabras a Ràdio Esparreguera. Cabanes ha destacado que existen protocolos en caso de agresión y que la ratio de Can Rubió es correcta, con 23 educadores para 20 jóvenes, aunque Seisdedos alerta que en ocasiones solo hay cuatro o cinco trabajadores en el centro, entre bajas, turnos y compromisos con los menores fuera del centro.
Se da el caso, no obstante, que el menor que fue apuñalado hace una semana en el Raval, en Barcelona, se había fugado de este mismo centro de Esparreguera. El joven se peleó en los jardines de Sant Pau y acabó con la carótida seccionada de una cuchillada.
Por otro lado, ayer tuvo lugar en Rubí una concentración de vecinos contrarios a la instalación en el antiguo Hotel Terranova de esa localidad de un centro para menores extranjeros no acompañados, los conocidos como 'menas'. Este edificio de la ciudad vallesana preveía acoger a unos 80 menores que desde el verano pasado residen en el Hotel City Park de Sant Just Desven, aunque la alcaldesa Ana María Martínez ha criticado las "formas" y la gestión de este asunto por parte de la Generalitat.