Albert Balcells y Rosa Serra han presentado este miércoles el libro ‘Les Colònies Industrials de la Conca del Llobregat’, donde narran la historia de las primeras grandes empresas catalanas de los siglos XIX y XX
Eusebi Güell no necesitaba la energía hidráulica del río Llobregat. La colonia textil de Santa Coloma de Cervelló ha sido una de las más comentadas en la presentación de este miércoles del libro de Albert Balcells y Rosa Serra, con el apoyo de la Diputació de Barcelona: ‘Les Colònies Industrials de la Conca del Llobregat. 150 anys d’història’. Aunque la Colònia Güell haya adquirido fama por ser la cuna del mecenas de Antoni Gaudí, las peculiaridades de esta fábrica a los pies del río que da nombre a nuestra comarca van más allá de la Cripta Gaudí o el modernismo catalán.
La colonia se fundó en 1890 fruto del traslado de la empresa de Eusebi Güell i Bacigalupi del Vapor Vell de Sants a una finca adquirida por Joan Güell i Ferrer en 1860: Can Soler de la Torre. En Santa Coloma de Cervelló, en la banda derecha del río, a los pies del Llobregat. La excepcionalidad de la colonia, según argumentan Balcells y Serra en el libro presentado este miércoles en la Diputació de Barcelona, viene dada por “haber funcionado exclusivamente con vapor, sin aprovechar la energía hidráulica como todas las otras, y sumar la calidad extraordinaria de sus edificios, especialmente la iglesia, diseñada por Antoni Gaudí y construida entre 1898 y 1914”.
La peculiaridad del recinto modernista no solo viene dada por el arquitecto catalán, aunque para entender el emprendimiento empresarial de los Güell hay que comprender a Gaudí y a su mecenas Eusebi. El Palau Güell, la casa del propietario en el Raval de Barcelona, demuestra cómo se hizo la colonia de Santa Coloma y el poder que el modernismo encarnado por Gaudí tenía sobre la forma de obrar y trabajar de los empleados de la fábrica. Este hecho, debe ir conexo para comprender la vida de los trabajadores de la colonia y las órdenes del propietario, siendo de esta forma posible entender la vida en la Colònia Güell. Por ello, la Diputació de Barcelona, desde este jueves, acerca a los ciudadanos ambos recintos con un 25% de descuento para la Cripta Gaudí de la Colònia Güell si se visita antes el Palau Güell y viceversa. Siendo la tarifa reducida de la Colònia Güell y la Cripta Gaudí de 7 euros, presentando la entrada del Palau Güell, y la del Palau Güell de 9 euros con la entrada de la colonia. Las dos joyas modernistas que marcaron la personalidad empresarial de Cataluña, ahora están más cerca. Porque esta era una de las cuestiones, no solo aprovechar el río, sino también sacar la empresa de la capital para abaratar los costes y tener un control afianzado de los trabajadores, mientras el propietario seguía residiendo en su palacete barcelonés.
Balcells: “A finales del siglo XX el contexto cambia tanto que las colonias no pueden adaptarse”
“Solo se piensa en las colonias textiles, pero también había colonias mineras, por ejemplo”, ha explicado el historiador este miércoles en la Diputació. De hecho, en el Baix Llobregat contamos con diferentes colonias textiles que funcionaron durante los siglos XIX y XX como la colonia Sedó de Esparreguera, Can Bros en Martorell, Bertrand en Sant Feliu o la peculiar Güell de Santa Coloma de Cervelló. Sin embargo, se suelen dejar de lado otros núcleos industriales como Rosés en Cornellà, que se dedicaba a la fabricación de puntas de París, o La Ricarda en El Prat, que basaba su negocio en la agricultura del Delta.
Este libro abre las puertas a la realidad de las colonias y lucha contra la generalización. Pero no hay que olvidar que la mano de obra barata y la “supuesta docilidad”, como explica Balcells, de los obreros del prelitoral e interior de la provincia crean esa “eficiencia del Llobregat y sus afluentes”. Al final todo se basaba en menos problemas y bajo coste. Pero esto no aguanto eternamente, “a finales del siglo XX el contexto cambia tanto que las colonias no pueden adaptarse”, ha aseverado Balcells, para argumentar el cierre de todos estos pueblos-fábrica durante la segunda mitad del siglo XX.
Serra: “Las mujeres son las que dan las ideas de oportunidades más allá de las colonias”
La coautora del libro ‘Les Colònies Industrials de la Conca del Llobregat’, ha explicado la importancia de las mujeres en estos pequeños pueblos de trabajadores. “Las mujeres son las que dan la idea de que hay oportunidades más allá de las fábricas de las colonias textiles”, ha remarcado Serra. Mientras explicaba casos como el de Puig-Reig, donde se hizo una huelga de tres meses y de los detenidos la mayoría fueron mujeres. “Además del trabajo que hacían en la fábrica, eran las reinas del hogar”, porque como dice Serra ellas eran las que gestionaban las ganancias familiares.
“Las colonias hicieron crecer los pueblos. Se urbanizó el territorio y se mejoraron las infraestructuras. Se modernizó el país”, ha concluido Serra su presentación. De hecho, las colonias industriales del Baix Llobregat fueron el origen de la industrialización de nuestra comarca que hoy cuenta con ser una de las zonas con más potencia industrial de Cataluña.