Sant Boi despide el curso escolar, como cada año, presentando una nueva edición del Festival Altaveu, en concreto la 31, una de sus principales y más conocidas actividades culturales. "Ha de ser una marca de ciudad", expresó ayer la alcaldesa Lluïsa Moret durante la presentación del festival, que tendrá lugar del 6 al 8 de septiembre en tres escenarios de lujo de la ciudad: la plaza del Ayuntamiento, Can Massallera y Cal Ninyo. Cada uno con sus particularidades y su programación adaptada a sus condiciones y ubicación.
Por ejemplo, en los conciertos de la plaza del Ayuntamiento tendrá mucho protagonismo la guitarra. De hecho, uno de los platos fuertes del festival es Wilko Johnson, que viene expresamente a Sant Boi para el único concierto que hará en España este año. En esta línea, completan esta parte del programa The Mani-Las, Deltonos o John Paul Keith. Por otro lado, el Altaveu mira también hacia fusiones caribeñas como Delgres, o mediterráneas de Trovadores de las 3 Culturas, grupo formado por Eduardo Paniagua, Pedro Brurruezo y Wafir S. Gibril. "Porque queremos demostrar que el Mediterráneo no es solo un cementerio, tiene una riquísima diversidad cultural", explica Jordi Turtós, director del festival.
Con todo, la voz sigue siendo el elemento central de la programación. La voz como "instrumento musical y como transmisora de ideas, deseos, mensajes o protestas que mueven las relaciones humanas", afirman desde la organización. Turtós asegura que no tienen nada que ver con los grandes festivales que saturan el calendario musical catalán, y que su vocación es de "servicio público". "Intentamos devolver parte del dinero público invertido en cultura", sostiene Turtós, que celebra que con iniciativas como el Altaveu als Barris se lleve la música a rincones de la ciudad "a los que no acostumbra a llegar".
Buscando bandas revelación
Uno de los pilares del festival es el Altaveu Frontera, un espacio dedicado a bandas emergentes. Los organizadores han escogido a cuatro grupos, de los centenares de solicitudes recibidas, para que abran los conciertos de los días de festival. En concreto son Joina, procedentes de Figueres y con una propuesta de piano y rap; El Sombrero de color, castellonenses con una peculiar manera de convertir el funk y el rock en una propuesta muy bailable; The Stockets, samboyanos que desbordan energía y complicidad, y Magali Sare que, desde Cerdanyola, regala a los oídos con su voz privilegiada y seductora.
El Altaveu Frontera ha servido a lo largo de los últimos años para descubrir grupos míticos como Love of Lesbian, Sidonie, Manos de Topo y cantantes como Maika Makovski -que volverá en esta edición de la mano de sus The Mani-Las-. Además, y en la línea de apostar por el talento joven y la producción propia, habrá un espacio para los músicos de la ciudad, con el recién bautizado AMA -Academia Musical Altaveu-, que tendrá lugar el 7 de septiembre a partir de las ocho y media en la plaza del Ayuntamiento.
Pero aparte de la música y los conciertos, el Altaveu ofrecerá otras propuestas como la Feria del Disco y del Libro Musical, los días 7 y 8 de septiembre en la rambla Rafael Casanova, y los encuentros de debate 'Converses', que abordarán cuestiones como el papel de la mujer en el mundo de la música y el trap. En esta línea, el día 7 de septiembre Cal Ninyo acogerá un taller gratuito para aprender a diseñar la portada de un disco, de la mano del reconocido diseñador de Sant Boi Iván Castro.
Y como cada año, el festival se complementará con una edición más de los Premis Altaveu, los galardones que en los últimos años han reconocido la carrera de autores como Pau Riba, Sílvia Pérez Cruz, Estopa, Peret, Albert Pla, Ojos de Brujo, Lluís Llach, Roger Mas o Manel.