Como cada verano, vuelve la polémica en L'Hospitalet en relación a los árboles de la vía pública. El Ayuntamiento ha anunciado que a partir de la semana que viene procederá a substituir ejemplares en varios puntos de la ciudad, lo que supone talar algunos de ellos y, según explican fuentes municipales, replantarlos en otros lugares más adecuados. Una de las razones para ello, de hecho, es la mejora de la accesibilidad y las quejas de algunos vecinos que ven como las copas de los árboles tapan la luz de las farolas o provocan molestias en los bajos.
Pero no son los únicos que se han quejado, puesto que a raíz de este anuncio ha habido multitud de vecinos y algunas entidades que han mostrado su disconformidad con la medida. "Lamentamos que nos hayamos enterado de esta información a través de las redes sociales y en plenas vacaciones", señalan desde la Coordinadora de AMPAs Endavant de Collblanc-Torrassa.
La campaña que pondrá en marcha el consistorio la semana que viene se concretará en las calles Doctor Martí i Julià -entre Holanda y Montseny del 19 de agosto al 3 de septiembre-, Rubidi -del 26 de agosto al 6 de septiembre-, la urbanización del Canyet -del 27 de agosto al 6 de septiembre-, y la calle España -entre Joan Pallarés y Molins del 28 de agosto al 6 de septiembre-. Se trata de una serie de acciones relacionadas, cuentan desde el consistorio, con la renovación de la pavimentación que se está llevando a cabo en unas 70 calles de la ciudad. En las calles donde se sustituirán los árboles se llevarán a cabo talas de árboles para pavimentar y la apertura de nuevos alcorques en los que se plantarán nuevas especies entre noviembre y diciembre. El Ayuntamiento detalla que en las calles con aceras de menos de 2,5 o 3 metros con árboles grandes de especies "poco adecuadas" al espacio, será donde se lleven a cabo las talas, puesto que aseguran que incumplen los requisitos de la normativa para con la accesibilidad.
Sea como sea, desde la Coordinadora de AMPAs recuerdan la "importancia" de los árboles y las "valiosas" funciones que realizan para mitigar los efectos del calentamiento global. La entidad reconoce que en un informe de 2017 ya alertó del estado de algunos alcorques, que podían producir caídas, y que por aquel entonces la respuesta municipal fue de repararlos, "en ningún caso" su tala. Además, consideran que hay "cuestiones relacionadas con el mal uso del espacio público por actitudes incívicas que sí perjudican realmente esa accesibilidad" y no los árboles que pretenden talar. Por todo ello, pide que se paralicen las talas, en especial la de la calle Doctor Martí i Julià, y que el Ayuntamiento comparta sus planes de "reforestación" de los barrios.
El consistorio, por su parte, circunscribe esta medida al Pla director del verde urbano, el objetivo del cual es mejorar la calidad y el número de árboles en la ciudad, remarcan.