Viladecans

Viladecans sufre en silencio la muerte de su vecina Susana Cortés

Familiares de la víctima y el alcalde de la ciudad frente a las puertas del ayuntamiento durante la concentración en contra de la violencia machista (Foto: El Llobregat).
Carlos Manzano | Lunes 23 de septiembre de 2019

La plaza de la Vila de la ciudad ha reunido a poco más de cien personas durante el minuto de silencio por la mujer que murió por una bajada de azúcar en sangre mientras su marido grababa su agonía



19.00 horas. Frente a Can Modolell, sede del Ayuntamiento de Viladecans, se comienzan a reunir vecinos y vecinas para mostrar su apoyo a la familia Cortés. Todos los regidores del consistorio, junto al diputado en el Parlament de Catalunya Martín Barra, y la diputada en el Congreso Sonia Guerra, despliegan una pancarta que reza: “No calles. No callamos. Viladecans dice basta a la violencia machista”. La madre de Susana Cortés, sentada, llorando y sujetando un cartel con la foto de su hija aguanta hasta que no puede más. No le quedan fuerzas ni para sostener la pancarta.

Carles Ruiz, alcalde de Viladecans, en nombre del Ayuntamiento de la ciudad da su sentido pésame a la familia y amigos, frente a la atenta mirada de las cámaras de televisiones nacionales y autonómicas. “Tolerancia cero hacia cualquier discurso que intente invisibilizar la gravedad de la situación”, ha recordado Ruiz escuchado por media plaza mientras aseguraba que “la erradicación de la violencia solo será posible con la implicación de la comunidad y el trabajo conjunto de la sociedad civil y la administración”. Destacando los servicios que presta la Generalitat de Catalunya junto a los ayuntamientos y el mismo consistorio viladecanense, en la Masia de Can Palmer, para poder denunciar y apoyar a las familias que sufren este tipo de violencia.

Tras el discurso del alcalde, le ha seguido el minuto de silencio. Riguroso y sin ningún tipo de comentario o balbuceo, la plaza ha dirigido un fuerte y duradero aplauso en apoyo a los familiares y amigos de Susana Cortés. Muchos vecinos del barrio de Can Batllori, donde residía la víctima con su marido, se han acercado a dar ánimos a la madre de Cortés. La mayoría no sabían que había pasado, poco habían escuchado en el edificio. Todo acabó con una hipoglucemia mientras su marido, empleado en el municipio de Gavà, de 49 años y nacionalidad argentina, grababa y dejaba morir a su mujer de 42 años.

La concentración estaba a punto de terminar, pero una amiga de la familia, de forma espontánea, inició su discurso sin micro. “Este hombre es un asesino, tiene que sufrir 10 veces más que ella”, comenzaba diciendo la mujer refiriéndose al marido de Cortés. La palabra asesino estuvo presente en los escasos dos minutos que duró la intervención, aseverando que “debería tener una muerte lenta que durara horas y días por lo que ha hecho”. Unas palabras que serían suavizadas por la madre de la víctima: “Gracias por todo el apoyo y por venir”.