Los animales de compañía también deben estar censados. Los perros y gatos deben registrarse en el ayuntamiento, que a la vez incorporará los datos en ANICOM -aplicación informática del registro general de animales de compañía- de la Generalitat de Catalunya. De esta forma, pasan a ser los otros habitantes del Baix Llobregat y L’Hospitalet, cumpliendo con el papeleo administrativo y la burocracia, como si de una persona se tratase.
Respecto al censo, es obligatorio en todas las localidades de la comarca. Esto se debe, en parte, a un control necesario de los consistorios y otras administraciones supramunicipales, para controlar posibles agresiones de perros potencialmente peligrosos o evitar la proliferación de colonias de gatos en los parques y plazas. Los dueños de animales no registrados, si el ayuntamiento se percata de dicha irregularidad, pueden ser multados con cantidades que oscilan entre los 90 euros de mínima en Castelldefels y los 2.000 de máxima en el caso de Sant Feliu. Además, de la misma manera que los seres humanos nos identificamos mediante el DNI, los perros y gatos deben ir con el microchip correspondiente y atados para evitar “descontrol” dentro de las ciudades.
Castelldefels protege a los canes
La ciudad costera por excelencia del Baix Llobregat no cuenta con ninguna playa habilitada para perros ni para poder pasear con cualquier otro animal. Sin embargo, su Ayuntamiento tiene una de las legislaciones más restrictivas en lo que respecta a protección contra el maltrato animal o el abandono. Los perros deben ir siempre atados en Castelldefels, como en la mayoría de municipios, aunque en ciudades como Viladecans o L’Hospitalet pueden correr libremente por zonas de recreo e incluso en algunos parques.
Las sanciones por infracciones como no llevar atado al can o no recoger sus excrementos en Castelldefels oscilan entre los 90 y 300 euros, algo inferiores al resto de la comarca, donde pueden llegar a superar los 750 euros. Los perros potencialmente peligrosos deben salir a la vía pública con el bozal puesto.
Sobre este aspecto, los ayuntamientos y la Generalitat consideran las razas akita inu, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasileira, mastín napolitano, pit bull terrier, perro de presa canario, rottweiler, Staffordshire, terrier staffordshire americano, tosa japonés -tosa inu- y american bully, como perros peligrosos o con potencial para llegar a serlo. Curiosamente, el bull terrier, una de las razas más estigmatizadas por diversos ataques a personas, no está incluido dentro de este parámetro, por lo que puede circular por las calles sin necesidad de bozal.
Animales exóticos “fuera de control”
A banda de gatos y perros, hay diferentes animales que están triunfando en las tiendas. Estamos hablando de las mascotas exóticas, que están a la orden del día y, muchas veces, fuera de control. Así lo alerta la FAADA, la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales, tras presentar el primer estudio sobre animales exóticos del país. Gran parte de las especies en venta, al igual que perros y gatos, requieren unos cuidados específicos, más cuando se trata de especies semidomésticas y no autóctonas.
Las especies invasoras, como sucedió en su momento con el cangrejo americano en el Canal Olímpic de Castelldefels, han mermado la fauna de la comarca en los últimos años. A pesar de estas prohibida su venta en toda España, en muchas ocasiones se encuentran a la venta por internet o en tiendas especializadas. Los compradores desean tener un ejemplar único que muchas veces se escapa, es abandonado o incluso tirado por el retrete. Los caimanes son un buen ejemplo de ello, ya que suponen un gran riesgo para la seguridad debido a su naturaleza depredadora, además de para la salud pública, al tratarse de criaturas portadoras de enfermedades que se transmiten de animales a personas. Sin ir más lejos, hace un año incautaron un dragón de Komodo en pésimo estado en Cornellà, entre otros reptiles. Su dueño fue detenido y, según ha podido saber El Llobregat a través de fuentes de la investigación, el animal finalmente falleció.
En otro orden cosas, y ya desde el punto legal, los amantes de estos animales venidos de medio mundo pudieron disfrutar de ellos a finales de septiembre en La Farga de L’Hospitalet, donde tuvo lugar la mayor concentración de reptiles y anfibios del sur de Europa: la 50ª edición de Expoterraria. Los visitantes pudieron disfrutar de la fauna más exótica sin ser dañina para el ecosistema frágil de nuestra comarca.