Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels quedarán conectados por carril bus y bici. Las obras comenzarán en el verano de 2020, con un plazo de ejecución de 24 meses
La C-245 prepara su reconversión para ser la gran avenida del delta. El Departament de Territori i Sostenibilitat, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y los ayuntamientos de Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels han formalizado hoy un acuerdo de colaboración para impulsar las obras de integración urbana y mejora de la movilidad en la C-245. La carretera conectará los cinco municipios por carril bus y bici exclusivo por tal de aumentar los usuarios en transporte público y no contaminante.
Los 13 kilómetros de actuación entre Castelldefels y Cornellà, prácticamente la misma longitud que la calle más larga de Barcelona, la Gran Via de les Corts Catalanes, integrarán la nueva C-245 en las ciudades convirtiéndola en la principal avenida de la comarca y de Cataluña. Las obras, que se licitarán en las próximas semanas y comenzarán en los meses de julio y agosto de 2020, comportarán una inversión de 39 millones de euros (10 millones financiados por la Generalitat de Catalunya y los otros 29 por los cinco consistorios, con préstamos del AMB) y un plazo de ejecución de 24 meses. Del total del coste, 35 millones se destinarán a la realización del proyecto y el resto, cuatro millones, serán para expropiaciones.
Más velocidad y menos gases contaminantes
El proyecto, como bien recordaba el alcalde de Cornellà y vicepresidente ejecutivo del AMB, Antonio Balmón, nació en 2006 con una llamada ante la alerta de una carretera comarcal que estaba creciendo en el interior de las ciudades. “Desde entonces hablamos con los diferentes gobiernos de la Generalitat por tal de poner en marcha el proyecto de la C-245”, ha explicado Balmón, asegurando que “ahora está planteado solo hace falta ejecutarlo”. La idea es que los carriles bus y bici faciliten la correspondencia con las estaciones de Rodalies, metro y TramBaix, reduciendo el uso del vehículo privado.
En la mayoría de los tramos de la carretera habrá dos carriles bus -uno de ida y otro de vuelta-, excepto en dos kilómetros donde la anchura de la vía no permite su construcción. En este caso, solo habrá uno que convivirá con coches, motos o camiones. Pero las molestias de esta obra de 24 meses afectarán a muchos vecinos, especialmente por las expropiaciones que se realizarán en algunos municipios como Cornellà o Viladecans para ensanchar la calle. “Hay un pack de expropiaciones importante que realizará cada ayuntamiento y esto puede afectar a los ciudadanos”, ha aseverado el vicepresidente del AMB.
“Sacaremos de la carretera hasta 425 coches al día”, ha remarcado el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet. En este sentido, se espera que en un año la “emergencia climática” a la que se refería el conseller hará reducir la mancha de dióxido de carbono en 291 toneladas al año. Los gases contaminantes se reducirían, según este cálculo inicial, y al dar prioridad al transporte público, aumentaría un 25% la velocidad comercial de los autobuses en tramos urbanos. Calvet ha expresado su compromiso con el proyecto que es de “máximo interés para el Govern de la Generalitat”, mejorando la movilidad, las ciudades y la actuación ante la emergencia climática actual.
Corredor de movilidad sostenible
La carretera C-245, paralela a la C-32, transformará este eje viario desde la Plaza de la Constitución de Castelldefels hasta el intercambiador de Cornellà, donde se encuentra la línea de ferrocarril de Rodalies, la L5 de metro y TramBaix. La carretera atravesará las grandes rotondas como la del Tanatorio de Viladecans o la Plaza Colom de Castelldefels para agilizar la circulación de los autobuses.
Se implantará, además, la línea de Metrobús 8 (M8), que hará el recorrido por toda la C-245, de punta a punta. Este nuevo convoy será totalmente eléctrico y será recargado por pantógrafo, un sistema de cargar el depósito en el inicio y final de recorrido mediante un brazo mecánico retráctil colocado en el techo del vehículo. En tan solo cinco minutos, podrá recargarse un 80% de la batería. La M8 será utilizada, aproximadamente, por 2,5 millones de usuarios de Castelldefels, Gavà, Viladecans, Sant Boi y Cornellà al año.