La deportista del Baix Llobregat ha sido reconocida por “una carrera brillante en un ámbito extraordinariamente competitivo”.
Corbera está de fiesta por el mayor honor que la Generalitat de Catalunya puede otorgar a una de sus vecinas. La deportista Laia Sanz ha sido una de las galardonadas con la Creu de Sant Jordi de 2020, premio que da el gobierno catalán a personalidades y entidades por los servicios prestados a Cataluña en defensa de su identidad o en el ámbito cívico y cultural.
Sanz ha sido reconocida por “una carrera brillante en un ámbito extraordinariamente competitivo”. En este sentido, se valora, entre otros, los 13 títulos mundiales de trial femenino, 10 títulos europeos de trial femenino, 6 en el trial de las Naciones y una novena plaza absoluta en el Rally de Dakar en 2015.
Desde el Ayuntamiento de Corbera consideran que su proyección internacional la ha convertido en una “embajadora de Cataluña”. Montserrat Febrero, alcaldesa del municipio, ha aseverado que “todo el pueblo de Corbera tiene que sentirse orgulloso de Laia Sanz”, por lo que el consistorio se ha sumado a la felicitación de la deportista de la comarca, a la que han considerado una “persona con una trayectoria excepcional”.
Otros galardonados en 2020
La Creu de Sant Jordi es uno de los máximos reconocimientos que puede recibir una persona por parte de la Generalitat de Catalunya. La distinción se creó en 1981 con el fin de distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados en Cataluña. El Govern aprobó, este año, conceder la Cruz de Sant Jordi a 30 personalidades y 15 entidades que refleja la diversidad de campos en los que trabajan las personas y entidades galardonadas.
Las personalidades ganadoras son: Ángeles Alabert i Feliu, pianista, pedagoga y compositora. Josep Amat i Girbau, Doctor ingeniero industrial. Miquel Barceló i Artigues, pintor, escultor, ceramista y grabador. Roser Bru Lobo, pintora i grabadora. Martina Camiade Boyer, historiadora. Purificación Canales i Ventín, bióloga. Antoni Canu, poeta. Teresa Capell Capell, bioingeniera. Eduard Carbonell i Esteller, historiador del arte. Imma Colomer Marcet, actriz y directora escénica. Maria Josep Cuenca Ordinyana, lingüista. Joan Estruch i Gibert, sociólogo. Jordi Fàbregas i Canadell, músico y activista cultural. Jordi Galí i Garreta, economista. Rosa María Garriga i Llorente, asistenta social. Gerhard Grenzing, músico y organero. Benigno Marqués i Sala, archivero. Anna Mercadé i Ferrando, directiva y empresaria. Pere Miró i Sellarés, dirigente deportivo. Jordi Monés i Pujol-Busquets, pedagogo. Josep Maria Monferrer i Celades, educador. Josep Maria Nadal i Farreras, filólogo. Sol Picó, coreógrafa. Miriam Ponsa, diseñadora. Montserrat Pujolar i Giménez, pianista y compositora de sardanas. Joan Ramon Resina, filólogo. Carmen Salvador y Guillem Agulló, por el compromiso con la lucha antifascista. Carme Valls Llobet, endocrinóloga. Y, por último, la corberana Laia Sanz Pla-Giribert, deportista.