Personalmente, también acudo alguna vez a alguno de ellos, pero cuando decido arreglarlas en casa yo misma y a los dos días el esmalte está hecho un desastre paro, maldigo y pienso: ¿A quién se le ocurriría esta dichosa moda? Y de ahí este artículo.
Pues me queda bastante lejos en el tiempo y en la distancia a los culpables de la moda o tradición en cuestión. No está del todo claro el origen exacto, pero se habla del año 3000 a.C en la China Imperial y Egipto faraónico.